Una medida en stand by

Una medida en stand by

Gordos y barrionuevistas consideran que hay razones para una medida de fuerza pero no de inmediato. Mientras tanto, las dos CTA realizarán un plenario para realizar un paro el viernes 8 de junio.

 

La ley que frenaba las tarifas se sancionó, el Poder Ejecutivo la vetó y la medida de fuerza de la CGT quedó en veremos. Dirigentes sindicales que militan en los gordos pero también en el barrionuevismo consideran que un paro sólo por tarifas no es suficiente y, en todo caso, consideran que las condiciones objetivas las brindarán las recetas del FMI y la reforma laboral que impulsa el gobierno de Mauricio Macri. Diferente es la posición de las dos CTA, las que conducen Hugo Yasky y Pablo Micheli, que anunciaron un plenario unificado para el próximo lunes con la intención de convocar a un paro nacional para el viernes 8 de junio. Un escenario de división sindical que sólo beneficia al gobierno.

Por estas horas, entre los gordos de la CGT hay consenso sobre la necesidad de esperar un poco más para convocar a una medida de fuerza. Ayer, dijeron, estuvieron mirando encuestas y los datos que arrojan no muestran un rechazo mayoritario al tema tarifas. A partir de eso concluyen que un paro sólo por este tema no logrará el respaldo necesario. En todo caso sostienen que es preciso tener más precisiones de las exigencias del FMI entre las cuales ya anticipan el proyecto de reforma laboral que incluye la modificación de las indemnizaciones, a favor de la patronal. “Tenemos que esperar el momento preciso y es cuando comienzan a caer las fichas del dominó. Eso encolumna y convoca a más gente”, jura uno de los más encumbrados representantes de los gordos. En este sentido, el dirigente dice que por ahora no hay fecha para una reunión del Consejo Directivo y para la semana próxima sólo está agendada la reunión con los senadores del bloque que conduce Miguel Pichetto que iba a realizarse ayer pero que se suspendió porque los senadores se quedaron hasta muy tarde en la sesión que aprobó la ley contra el tarifazo.

Los dirigentes que están en el Consejo Directivo y que responden al gastronómico Luis Barrionuevo tienen una lectura similar a la de los gordos cuando dicen que lo de tarifas es serio pero no suficiente. Reconocen que “hay mucho disconformismo en la gente y nos está pidiendo que actuemos”, dice uno de los miembros de este sector. A diferencia de lo que plantean los gordos, el barrionuevista dice que el Consejo Directivo debe reunirse la próxima semana “para trabajar el paro”. No da fecha por una cuestión de respeto, dice, y aclara que es porque lo debe resolver el Consejo.

Mientras tanto, gremios como camioneros y bancarios presionan para que la CGT llame de una vez al paro. Otros, como la UOM también habla de salir a la calle: “Tenemos el derecho constitucional de hacer oír nuestros reclamos y la realidad es que los trabajadores no podemos ser los que pagamos los errores de la política económica de este gobierno”, aseguró Francisco “Barba” Gutiérrez. En el gremio que conduce Antonio Caló consideran que hay motivos de sobra para convocar a una medida de lucha fuerte.

Mientras tanto, las dos CTA convocaron para el próximo lunes a un plenario nacional conjunto con el objetivo de convocar a un paro nacional con movilizaciones en todo el país. La intención es que la medida de fuerza se realice el viernes 8 de junio para rechazar el ajuste, los despidos, el regreso del FMI y el veto presidencial a la ley que frenaba el tarifazo. Curiosamente son los mismos temas que los dirigentes de la CGT consultados dicen que debe tener la convocatoria a un paro pero de acuerdo al análisis que realizan recién se podría hacer más adelante. Por lo pronto y como si nada hubiera sucedido, ayer el presidente Mauricio Macri dijo que si la CGT hace un paro nada cambiará y los convocó a trabajar por la productividad.

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