En medio de la campaña, el Gobierno buscará mostrar que el presupuesto del 2018 no contemplará ajustes

En medio de la campaña, el Gobierno buscará mostrar que el presupuesto del 2018 no contemplará ajustes

La Casa Rosada busca compensar una poda de la obra pública con el aporte del sector privado. Aseguran que no habrá recortes en áreas sociales

Compensar una disminución de fondos de la obra pública con aportes del sector privado, ejecutar una baja en algunas partidas de la pauta oficial y evitar taxativamente la tijera en áreas sensibles del área social. El Gobierno ya prepara el borrador del proyecto de presupuesto del 2018 que llevará el viernes próximo al Congreso, pero hay una suerte de directiva que impartió el presidente Mauricio Macri a sus funcionarios: evitar hablar en Cambiemos de un recorte del gasto o de ajuste en medio de la campaña.

Los secretarios de Estado, ministros y legisladores deberán hacer artilugios para evitar la palabra "recorte del gasto" o "poda de partidas" en la presentación del presupuesto del año que viene. En una batalla de eufemismos tratarán de presentar las cuentas del 2018 como una suerte de "mejora en el manejo de fondos" de la administración pública. Y en los hechos, el jefe de Gabinete Marcos Peña comunicará a los legisladores de Cambiemos los lineamientos del presupuesto 2018 antes de que este llegue a la Cámara de Diputados el próximo viernes.

Está claro que el gobierno contempla un presupuesto optimista: con un 12% de inflación, un 3% de crecimiento y un dólar no mayor a los 20 pesos. Pero también hay un dato inevitable por mostrar que es un recorte del déficit del 4,5 al 3,5%. En la práctica esto implicará un recorte de las cuentas públicas.

"Nadie piensa en hacer recortes salvajes. Se hará un ajuste de cuentas muy prolijo y en lugares no sensibles", dijo a Infobae un funcionario de la Casa Rosada que hoy estuvo repasando el presupuesto 2018 bajo las directivas del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. En el proyecto que Marcos Peña y sus funcionarios presentarán al interbloque de diputados de Cambiemos antes del viernes no se prevé un recorte de partidas en los Ministerios de Desarrollo Social, Salud ni Educación. Al menos esto es lo que adelantan los funcionarios que estuvieron trabajando el tema en la Casa Rosada. Por el contrario, en el ministerio a cargo de Carolina Stanley se prevé un incremento presupuestario superior a los 130.000 millones de pesos que se destinaron para este año en Desarrollo Social.

No obstante, en la obra pública habrá un ajuste del presupuesto que el Gobierno buscará compensar con el aporte del sector privado tal como lo plantea el formato de la ley de Participación Público Privada (PPP). Allí se contempla, por ejemplo, el armado de licitaciones para los contratos de obra pública con pago diferido o una concesión de servicios, según convenga en cada tipo de proyecto con la participación de empresas privadas.

Desde el Ministerio del Interior por ejemplo está previsto un programa de obras para la construcción de cárceles, hospitales y proyectos hídricos con el sector privado. De esta manera, a través de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, se lanzó una convocatoria a empresas a que financien conjuntamente con el Estado 38 proyectos hídricos por 9467 millones de dólares.  Estos proyectos comprenden obras de agua potable, saneamiento, presa y riego y están distribuidas en todo el territorio del país para el año que viene.

El mecanismo de participación privada con el Estado es simple: las empresas tendrán que presentarse acompañados por un banco para presentar esquemas de financiamiento a mediano plazo. Según pudo saber Infobae, la Casa Rosada iniciará el proceso licitatorio para cada proyecto en asociación con el sector privado.

La convocatoria para los proyectos hídricos se realizará en el marco del Plan Nacional de Agua que busca el 100% de cobertura de agua potable y del 75% de saneamiento en áreas urbanas con proyectos de infraestructura por más de 40.000 millones de pesos.

A su vez, el Gobierno busca una reducción del gasto en obra pública compensado por el sector privado para la construcción de siete hospitales públicos en Buenos Aires y en Neuquén por un monto global de 600 millones de dólares. Y un plan de construcción de al menos tres cárceles nuevas, por 850 millones de dólares.

La ecuación del recorte de partidas proyectadas para el año que viene presentado de esta manera será casi un eufemismo para el Gobierno: es decir, serán las empresas privadas las que absorberán más de la mitad de los gastos de la obra pública.

Por otra parte, el Ejecutivo exigió a sus ministerios para que haya un recorte de gastos en las partidas de la pauta oficial. En la Casa Rosada creen que como el 2018 no será un año electoral podrán disminuir los fondos de pauta oficial para promocionar sus obras.

Toda esta estrategia mediática de presentación de un presupuesto "ordenado" y sin ajustes será sumamente cuidada a la hora de mostrar en plena campaña el manejo de las cuentas públicas de Cambiemos para el año que viene.

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