En medio de una gran incertidumbre, la línea 60 continúa el paro por tiempo indeterminado

En medio de una gran incertidumbre, la línea 60 continúa el paro por tiempo indeterminado

Desde el cuerpo gremial reclaman medidas de seguridad y la reincorporación de 10 choferes cesanteados durante los últimos días. En declaraciones a La Noticia1 explicaron que a partir de que las nuevas autoridades del grupo Nudo-DOTA tomaron la posta de Monsa S.A hubo amedrentamientos hacia los choferes de la empresa de colectivos que une la Capital Federal con Tigre y Escobar.

Los choferes de la línea 60 realizaban el séptimo día de paro y no hay señales de acuerdo tras la fallida reunión realizada en el Ministerio de Trabajo, entre los abogados de la empresa Monsa S.A en representación de sus propietarios y los trabajadores, la cual pasó a un cuarto intermedio hasta el viernes. Los conductores de colectivos de la firma perteneciente al grupo Nudo-DOTAreclaman la adecuación de las medidas de seguridad y la reincorporación de los diez trabajadores despedidos durante los últimos días.

Desde el cuerpo gremial si bien aseguraron que la medida apunta a que no vuelva suceder una muerte como la de David Ramallo el pasado 9 de septiembre enlos talleres de Barracas con un montacargas, a su vez fue considerada sorpresiva la respuesta de la compañía al conflicto.

En declaraciones a La Noticia1, el delegado gremial Esteban Simonetta señaló: “La postura de la empresa es insólita, estando en un marco de negociación en el Ministerio de Trabajo parece que llevaron el conflicto a una vía jurídica porque enviaron carta documento al sindicato amenazando y denunciando el accionar judicialmente contra la actividad sindical. La actividad sindical lo vio como una provocación y una falta de respeto a esa mesa de negociación. No fue ningún representante, solo sus abogados en una clara postura de no querer tener ningún tipo de dialogo, donde en muchos casos vienen accionistas o el presidente de la empresa”. 

Simonetta afirmó, además, que apenas la empresa fue adquirida por las nuevas autoridades- donde el directorio lo encabeza Ángel Faija (DOTA)- comenzaron una serie de amedrentamiento al cuerpo sindical.

“Desde que adquirieron Monsa comenzaron a atacar a los delegados, con intentos de sobornos y después tratándolo de reprimir con patotas y barrabravas, interviniendo las decisiones del cuerpo sindical. Los primeros conflictos comenzaron por malas liquidaciones de sueldo, de vacaciones, el no pago de la ART”, señaló.

El referente sindical, asimismo, precisó: “Después denunciamos que la empresa viene con malos servicios y eso generaba cada vez más peores condiciones para los choferes y trabajábamos más cargados de pasajeros, con lo cual los colectivos comenzaron a desgastarse y comenzamos a ver la falta de mantenimiento en las unidades e instalaciones”, precisó Simonetta.

La línea de colectivos traslada en forma diaria en sus 19 ramales a unos 250 mil pasajeros, y une la Capital Federal con Tigre y Escobar.

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