La pretensión de los sectores sindicales de lograr definiciones concretas de parte de los legisladores respecto de los artículos del régimen previsional establecido por la ley 1076 que debían ser modificados y la negativa de estos a ello fue caldeando los ánimos de la reunión mantenida ayer en la sala de comisiones. Las intervenciones de José Gómez, de AFEP, y Horacio Catena, de SUTEF, cuestionando la renuencia de los parlamentarios generó la reacción de los Legisladores Villegas (MPF) y Rubinos (UCR). El subido cruce de opiniones pareció que iba a frustrar la continuidad del espacio de diálogo que se abrió el lunes pasado, pero finalmente ello no ocurrió ante el llamado a la calma que formuló a sus pares Elida Dietrich, de APOC. 

El enojo de parte de los sindicalistas presentes estuvo motivado por la decisión de los legisladores Urquiza, Villegas, Rubinos y Romano de dar por finalizada, a las 21 horas, la reunión que había comenzado pasadas las 14 horas de ayer, y convocar a un nuevo encuentro de análisis de la ley de reforma jubilatoria para el viernes. 

Desde el sector gremial se reclamó plazos más acotados para la revisión de la norma y responsabilizaron a los Legisladores de la continuidad de la medida de fuerza de los estatales. 

Más allá del traumático cierre que tuvo el encuentro, durante la reunión los representantes sindicales e integrantes del IPAUSS plantearon a los Legisladores las razones por las que entienden resulta infundado modificar, por ejemplo, la edad de acceso a la pasividad o el mecanismo de determinación del haber jubilatorio. 

Aun cuando los Legisladores se mostraron permeables a introducir cambios en esos y otros aspectos de la ley, plantearon la necesidad de contar con información precisa sobre los efectos que los cambios en cuestión podían tener sobre el esquema económico-financiero del IPAUSS antes de fijar postura definitiva. 

Esta pretensión fue interpretada por algunos sindicalistas como una postura que lo único que hacía era dilatar una posible resolución del conflicto, en tanto que para los Legisladores una necesidad ante la falta de una propuesta fundada y por escrito por parte de las entidades gremiales. 

En ese marco, el Secretario General de AFEP planteó la posibilidad de suspender la vigencia de la ley 1076, lo que generó que el Legislador Rubinos recordara que al momento de acordarse la apertura de las mesas técnicas se había dejado en claro que no se iba a hablar ni de derogación ni de suspensión. 

Como resultado de la reunión quedó en evidencia lo difícil que resultará arribar a un punto de acuerdo que satisfaga la postura de los gremios y de los Legisladores, ya que mientras los primeros pretenden lograr, con algunas mínimas correcciones, el restablecimiento de las condiciones jubilatorias existentes al 7 de enero, los Parlamentarios consideran necesario sostener parte de los cambios introducidos al régimen de jubilaciones mediante la ley 1076.