Mestre y un primer mes centrado en la pelea con el Suoem

Mestre y un primer mes centrado en la pelea con el Suoem

La agenda del Ejecutivo municipal priorizó poner en marcha el ente autárquico para obras y servicios públicos. Otro eje fue la ratificación del proyecto de cloacas, con financiamiento del Gobierno provincial. Buena relación con Macri y Schiaretti.

Un primer mes del segundo mandato de Ramón Mestre como intendente de Córdoba no fue para nada pródigo en materia de anuncios, ni de grandes novedades de gestión con perspectivas de cambiarle en lo inmediato la vida a los vecinos de la Capital provincial.

Sí mostró, en cambio, algunas fotos y gestos políticos de su posicionamiento respecto de las jurisdicciones provincial y nacional, con las que anudó, a través del gobernador Juan Schiaretti y del presidente Mauricio Macri (socio del intendente en Cambiemos), relaciones y posibles alianzas que la ciudad no había tenido en los cuatro años anteriores.

Justamente, a su primer día de gestión, Mestre lo abrió recibiendo al gobernador en su despacho.

Juntos ratificaron la decisión de encarar en forma conjunta la obra de cloacas en la Capital, que también ambos habían prometido –por separado– durante sus respectivas campañas electorales.

Un proyecto que tiene un costo de más de 2.200 millones de pesos.

Pero el dato central que recorrió de punta a punta la transición y los primeros 30 días de gestión fue la pelea que el intendente libró con el Suoem, por la oposición del gremio de los municipales a la creación y puesta en marcha del Ente de Servicios y Obras Públicas (Esop), que impulsó Mestre en el cierre legislativo mismo de su primer mandato.

A fondo

Esa disputa le valió a la ciudad el conflicto más duro de los últimos años entre el Ejecutivo y el Suoem, que se extendió durante 42 días y paralizó al municipio: arrancó el 4 de noviembre (con la aprobación legislativa del proyecto en primera lectura) y cedió un poco recién el pasado 16 de diciembre, cuando las partes accedieron a someterse a una conciliación voluntaria ante el Ministerio de Trabajo.

En el ínterin, más precisamente el 10 de diciembre, el acto de reasunción de Mestre estuvo marcado por la presencia hostil de activistas del Suoem.

Luego, ese pico de confrontación dio paso a una tregua, que estuvo a punto de derivar en acuerdo el pasado miércoles, pero que finalmente fracasó por la decisión del Ejecutivo de mantener los descuentos en prolongaciones de jornada, por las horas no trabajadas durante el conflicto.

Sin recaudación

Las esquirlas de ese proceso también dejaron su sello en la agenda oficial: por las asambleas gremiales, la Municipalidad dejó de recaudar 150 millones de pesos y necesitó acudir a ayuda provincial para poder pagar medio aguinaldo y sueldo de diciembre.

Si, como se presupone y admitió también el propio Mestre, el Esop termina siendo una herramienta para destrabar la complicadísima licitación del servicio de higiene urbana, el costado “positivo” de este largo conflicto podría verse recién en los próximos meses, con la resolución de esa prestación, que ha sido la piedra en el zapato del primer mandato mestrista.

Pero, al menos hoy, eso es futurismo. Todavía el conflicto no está zanjado: resta resolver la reglamentación del Esop, la mencionada cuestión de los descuentos salariales y también qué pasará con la ordenanza que, al calor del conflicto, Mestre hizo aprobar para reglamentar y limitar las asambleas.

No son datos menores considerando que, al margen del Esop, el Suoem ya se prepara para dos nuevas batallas: la resistencia a la reforma jubilatoria que impuso Schiaretti a nivel provincial y el inicio de una paritaria salarial que promete ser ardua por la escalada inflacionaria.

Comentá la nota