Metalúrgicos de Merlo: medidas empresariales, ¿para cuidar a quién?

Metalúrgicos de Merlo: medidas empresariales, ¿para cuidar a quién?

Ante la crisis del COVID-19, las empresas y fábricas están tomando diferentes medidas. Se implementaron protocolos de acción ante la pandemia, como tomar la temperatura al entrar y salir de los establecimientos. Nos dicen que es para cuidar nuestra salud, pero los trabajadores no somos ingenuos. Los trabajadores opinan sobre las resoluciones insuficientes para prevenir la propagación del virus.

En la planta en la que trabajamos, sabemos que si se llegara a detectar un caso de coronavirus, la empresa se vería obligada a parar. Eso es justamente lo que quieren evitar. Por eso tomaron las precauciones mínimas. Sin embargo, en los protocolos se indica que se debe “cuidar de suspender la asistencia a cualquier evento donde haya aglomeración de gente” y que “se dispondrán elementos desinfectantes para manos en baños y oficinas de la empresa”. Al igual que los anuncios del gobierno, la mayoría de los puntos se centran en el cuidado individual de la salud. Los trabajadores metalúrgicos de distintas fábricas opinan sobre estos protocolos y proponen otras medidas contundentes para cuidar nuestra integridad.

Con mucha indignación, un trabajador pregunta “¿Qué productos desinfectantes van a poner? ¿Alcohol en gel? Si ni siquiera nos ponen jabón para lavarnos las manos y casi siempre lo tenemos que traer nosotros desde nuestras casas”. “¿Cómo evito la aglomeración de gente si para venir tengo que tomar un bondi que viene y va repleto de personas, y en la propia línea estamos a menos de medio metro uno del otro” plantea otro trabajador con razón. “Imaginate, un compañero que todavía está por agencia, si hoy mismo se corta, no quiere que llamen a la ambulancia por temor al despido. ¿Vos creés que va a dejar de venir porque tiene tos o porque levanta 37,5° de temperatura?”, “La empresa no les garantiza la continuidad laboral si se tienen que quedar 15 días en sus casas” “Ni que hablar de aquellos que trabajan en negro, faltan al laburo y no comen, además de que la única que les queda es ir al hospital público, y si no podés ir al Posadas, los del municipio, todos lo sabemos, están en pésimas condiciones”. Este tipo de comentarios, con mucha bronca, se escuchan en el pasillo de la fábrica.

Pero los trabajadores no nos quedamos solo en la bronca, también pensamos qué medidas se deberían tomar. “Lo que el gobierno tiene que hacer es abrir todas las clínicas privadas para que cualquiera que lo necesite se pueda atender sin tener que pagar una fortuna por la consulta”. “Se tienen que prohibir los despidos, y dar garantías a todos los compañeros contratados o trabajadores en negro, de que van a cobrar más allá de que se tengan que quedar en casa”.
Medidas como estas son las que propone la izquierda de Nicolás del Caño: la estatización de todo el sistema de salud privado, la prohibición de despidos a causa de la pandemia, que el Estado garantice un ingreso que les permita vivir a los contratados, cuentapropistas o no registrados (entre las diferentes formas precarias suman el 35% de los trabajadores en le país) y en el caso de que haya licencias o suspensiones por cierre de establecimientos, que sean pagando el 100% del salario.

¿Los sindicatos? ¿Qué dicen? Mientras la seccional UOM Avellaneda cierra las puertas del sindicato por la cuarentena, siguiendo las indicaciones de Alberto Fernández, miles de afiliados y trabajadores metalúrgicos de la zona debemos seguir concurriendo a nuestros puestos de trabajo. El sindicato se limita a responder por Facebook las consultas que le hacen. Una vez más, la dirigencia sindical, frente a semejante crisis nacional, deja en manos de las patronales (que vienen de despedir y suspender a miles de trabajadores) la salud de los trabajadores y nuestras familias.

No podemos dejar nuestras vidas en sus manos, tenemos que conformar Comisiones de Seguridad e Higiene en cada sector de trabajo. Estas comisiones nos tienen que servir para promover y controlar las medidas de prevención (como la distancias entre operarios en las líneas de producción, los ambientes ventilados y desinfectados, la rotación efectiva para que sea menor la cantidad de trabajadores por turno sin que se afecten los salarios, etc.). Nos permite organizarnos para denunciar y definir entre los trabajadores, que somos los que mejor conocemos las fábricas, qué medidas tomar para nuestra seguridad. Y en caso de que las patronales se nieguen, evitar despidos, tanto de contratados como de efectivos, y controlar que se den las licencias en los casos que sea necesario.

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En Tierra del Fuego, los trabajadores de la UOM Río Grande, ante la falta de consideración de los empresarios y la tardanza de las medidas del gobierno nacional y provincial, el lunes 16 votaron en asamblea dejar sus puestos de trabajo a las 13 hs para preservar su salud y la de su entorno. Las empresas ya amenazan con descontar los días no trabajados. Los trabajadores decidieron parar por su salud, son los empresarios que vienen de amasar fortunas millonarias los que tienen que pagar el costo de esta crisis.

Porque nuestras vidas valen más que sus ganancias, hay que tomar estas medidas que afectan los intereses y ganancias de los grandes empresarios, pero que son indispensables para cuidar y prevenir del contagio a todos y todas las trabajadoras y nuestras familias.

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