El último día de circulación de los vagones centenarios de la Línea A de subtes sigue despertando polémica entre los usuarios, los comerciantes que tienen sus locales en las estaciones y también de los metrodelegados que sentaron su postura hoy en los andenes, al paso de las formaciones que estaban realizando sus viajes finales.

"Estos coches son súper seguros, no tienen problemas de seguridad. Nosotros les planteamos a los funcionarios que se equivocaron, les dijimos que había que esperar que lleguen más trenes", planteó Roberto Pianelli , el secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp).

Para el sindicalista en marzo, cuando se estima que volverá el servicio con los nuevos vagones chinos, "la gente viajará con aire acondicionado, pero hacinada" porque, según dijo, "habrá menos trenes" que en la actualidad.

" No estamos en contra de renovar , estamos a favor. Pero para que la gente viaje mejor necesitamos hacer más túneles, no más trenes", se quejó. "No quisieron esperar porque están desesperados por inaugurar. Se cerrará el subte dos meses para terminar con un servicio más deficiente", remató.

Además de estar en contra Pianelli, como muchos de los usuarios, recordó el valor histórico de las unidades y su valor patrimonial para la Ciudad de Buenos Aires. "Es un día triste para toda la gente que trabaja en el subte. Ha sido una herramienta compañera durante toda la vida, produce melancolía", se sinceró.

"Hay gente que cree que se va a mejorar. Pero se ha visto que hay un montón de porteños que piensan que es parte del patrimonio histórico que se debería preservar. Si los vagones se utilizan como bibliotecas , es mejor que se haga un asado", ironizó Pianelli.