El Organismo de Control del Agua de Buenos Aires (OCABA) tiene por objeto ejercer el poder de policía sobre los servicios sanitarios, controlar el cumplimiento del marco regulatorio y la protección de los intereses de la comunidad en toda la provincia. En este sentido, es el que controla directamente el servicio que provee Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA), y una suerte de segunda instancia cuando el reclamo inicial no es resuelto.
De este modo, la relación entre ABSA y OCABA, como era de esperarse, no es la mejor. Incluso, miembros de directorio de ABSA han asegurado a este medio que “a menudo se comporta de manera parcial, actuando de forma exagerada cuando quiere quedar bien ante la gobernadora”.
En este caso, OCABA dio curso a tres reclamos por falta y corte de agua, en los tres casos a raíz de una obra de mantenimiento que estaba llevando a cabo ABSA en el casco céntrico de la ciudad de La Plata. En todas las ocasiones, los usuarios hicieron sus reclamos en ABSA pero, al no obtener ninguna respuesta, acudieron a OCABA, que elevó una protesta formal al ministerio de Infraestructura.
A través de las resoluciones 77/17; 78/17 y 79/17, el ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, que en lo que va del año se había mantenido al margen de la pelea, ha decidido involucrarse y dar lugar a los tres reclamos, intimando a ABSA a una resolución inmediata o atenerse a las sanciones que le corresponden según el marco regulatorio. Esto ha levantado polvareda en la dirección de ABSA, y se espera una respuesta del organismo en las próximas semanas.
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