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Por el momento, conciliación obligatoria. Esa fue la resolución adoptada por el Ministerio de Trabajo en el conflicto de la empresa Unilever, con sede en Villa Gobernador Gálvez, que esta mañana había despedido a 65 trabajadores por “reestructuración de personal”.

Andrés Quisama, secretario adjunto del sindicato de Jaboneros habló con Conclusión y explicó que “desde mañana a las 6, los trabajadores que habían sido cesanteados volverán a trabajar normalmente hasta la fecha de la próxima audiencia -13 de noviembre-“.

“Se resolvió retrotraer la medida de la empresa y empezar a hablarlo dentro de la planta, con toda la gente adentro. Sería volver a foja cero y ver en este tiempo qué solución le encontramos al conflicto”, especificó.

En ese sentido valoró la medida adoptada desde la cartera laboral ya que “nos da a los trabajadores un respiro para ver cómo podemos solucionarlo” aunque admitió que ve “difícil” que Unilever dé marcha atrás con la decisión: “Argumentan que la empresa ya no es competitiva a nivel internacional y los costos de operaciones son muy altos. Lo comparó con la empresa que hay en Brasil, diciendo que allá trabajan con menos cantidad de personal y con sueldos mucho más económicos que los nuestros. Jactándose de eso, dijeron que había que hacer una restructuración porque la planta ya no era competitiva y no se puede operar con la cantidad de gente que opera actualmente”.

“Es una decisión totalmente arbitraria, que escapa totalmente a la realidad, porque no es como dicen que han perdido el volumen de venta, eso no es cierto”, refutó el gremialista y consideró que se trata de “una jugada de la empresa, que busca beneficiar a la parte empresarial y darle con todo al ajuste y achicar puestos de trabajo”.

Luego manifestó que “es un capricho de parte de la empresa, porque el producto en el mercado está muy bien posicionado, se trata de una marca absolutamente líder en todo el país que vende afuera también”.

Actualmente en la planta de Unilever de Villa Gobernador Gálvez trabajan 280 personas.