Es el momento de los intendentes en la provincia

Es el momento de los intendentes en la provincia

La crisis económica y el fracaso del primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional obligó al gobierno de Cambiemos en la provincia a cambiar sus estrategias para el año que viene debido a la necesidad de profundización del ajuste para cumplir con las metas impuestas por el organismo multilateral. 

 

La certeza de la falta de fondos para las transferencias a los municipios viene generando una preocupación extrema entre los intendentes de todos los espacios políticos, que en los últimos días comenzaron a agruparse para fijar posición frente al ejecutivo y anticipar cuales van a ser la exigencias y limitaciones de cara a la negociación por el presupuesto para el 2019.

Los rumores que circulan en los pasillos de la casa de gobierno indican que el oficialismo está negociando a dos puntas con el massismo y con el peronismo dialoguista, intentando potenciar una especie de competencia entre esos dos espacios para ocupar un lugar de privilegio en la futura conformación de las autoridades de la cámara baja, que además le dará a los aliados del gobierno la chance de tener control sobre los pocos recursos que estarán disponibles el año que viene.

De forma previsible, los primeros en ponerse de punta contra el ejecutivo fueron los intendentes peronistas, que sorprendieron en los últimos días con una seguidilla de reuniones transversales en las que participaron kirchneristas, pejotistas, massistas y hasta aquellos que tuvieron coqueteos con el oficialismo como Walter Festa de Moreno y Martín Insaurralde de Lomas de Zamora.

La mayor dureza la mostraron los jefes comunales del conurbano que le reclamaron a María Eugenia Vidal que declare la emergencia Económica, Social y Alimentaria, a lo que el gobierno respondió con un mensaje estrictamente político: la reactivación del proyecto de división de La Matanza, que además para que no sea entendido con un ataque directo al peronismo, podría enmarcarse en la creación de por lo menos 9 nuevos municipios en la provincia.

El proyecto para dividir el mayor distrito de la provincia no es prioritario para el gobierno de Cambiemos, incluso en términos estrictamente económicos la creación de nuevos municipios es, en estos momentos, inviable, sin embargo, el anuncio crea un escenario ideal para que la negociación con el peronismo de cara al año que viene. 

En rigor de verdad, los recursos económicos que no podrá poner Hernán Lacunza, los pondrá Federico Salvai en términos políticos.  El jefe de gabinete estaría explorando alianzas con líderes locales de cada uno de los potenciales nuevos municipios, que hoy no tienen espacio de crecimiento, pero que en el caso de dividir los municipios podrían aspirar a gobernar.

El riesgo de esta hipótesis es que los acuerdos territoriables entre intendentes de peronismo excedan a las negociaciones de cúpula entre el oficialismo y los líderes considerados dialoguistas como Sergio MassaJulio Pereyra y Martín Insaurralde.  En ese sentido el ex intendente de Tigre lleva las de ganar, porque hasta ahora ha demostrado que mantiene una cohesión extrema de sus legisladores.  Sin embargo, en las últimas horas uno de sus armadores en la provincia, Jorge D´onofrio, cargó con mucha dureza contra el gobierno y aseguró que Vidal le está disputando a Daniel Scioli el podio de peor gobierno de la historia bonaerense.

Lejos de generar rechazo entre sus pares, las palabras del diputado de Pilar fueron acompañadas por la mayoría de los integrantes de su bancada, que, aunque prefirieron ser más prudentes, admitieron en off no solo que la gestión de Cambiemos es mala, sino que no hay diálogo ni preocupación por los reclamos de los bonaerenses.

Además, el pragmatismo peronista amplió de manera inesperada el margen de acción del kirchnerismo y hasta ubicó a Máximo Kirchner en un lugar de privilegio para oficiar de nexo entre los intendentes y Cristina Kirchner ante un potencial armado de unidad, con o sin PASO para las elecciones de 2019.

Entre los jefes comunales del oficialismo las cosas no están más ordenadas. La diferencia es que Daniel Salvador accionó rápidamente los mecanismos de contención para los municipios radicales. 

Por ahora, entre promesas de tratamiento preferencial para el reparto a partir de los primeros meses del año que viene y sobre todo con las garantías de apoyo de la gobernadora en la campaña electoral la tropa boina blanca parece estar tranquila. Resta saber si los alcaldes del oficialismo tendrán espalda para sostener el ajuste que seguramente será más grave de lo que se advertía o si el gobierno tendrá que hacer mayores esfuerzos sobre sus propios intendentes.

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