Si bien muchas pequeñas y medianas empresas del distrito, no pertenecen a los rubros esenciales y por ende no han tenido producción, las facturas del servicio eléctrico siguen llegando y con valores similares a los meses donde había actividad.

Desde CGERA denuncian que las empresas proveedoras del servicio “No envían gente a controlar los medidores, están utilizando las facturas y los valores en los sectores productivos, industriales y también domiciliarios de los meses en los que había actividad sin tomar en cuenta que desde marzo el 70% de comercios y fábricas no han tenido actividad ni consumo”.

En dialogo con este medio, Andrés Capriati, miembro de la comisión directiva de CGERA Nacional y Director de Industria del Municipio de Morón, subrayó: “Para hablar del impacto de las facturas de servicios públicos en nuestras empresas, no nos podemos olvidar de que en el gobierno de Macri hubo un aumento promedio del 2.400% en las tarifas de gas y del 3600% en las tarifas eléctricas. Esto hizo que en la estructura de costo de las empresas, si alguno de estos insumos representaba por ejemplo el 1% del costo de un producto, se transformó con esos aumentos en un 5 o 6% de impacto directo en el costo del producto. Esto ya de por sí es una aberración”. 

En cuanto a como se agravó la situación arrastrada desde los tarifazos macristas, debido al aislamiento, el dirigente PyME y funcionario explicó: “Todo esto ahora está agravado ya que las empresas de servicios siguen cobrando esas tarifas exorbitantes, pero además como no pueden salir a medir, están haciendo estimación del consumo, con lo cual llegan facturas altísimas, imposibles de pagar y con la actividad de las empresas en cero”.

Por otro lado, el Capriati aseguró que se van a “hacer todas las presentaciones necesarias ante los entes reguladores, que deberían defender los intereses de los usuarios y si no haremos, cómo cámaras, todas las presentaciones judiciales necesarias para que nos devuelvan esa diferencia porque nos están cobrando un estimado en lugar de cobrarnos el consumo real como debería ser”.