Las motos, en el centro del debate sobre cómo frenar el delito

Las motos, en el centro del debate sobre cómo frenar el delito
La emergencia de seguridad decretada por el gobernador Daniel Scioli reserva un rol de protagonismo para los municipios. Desde el apoyo cotidiano al trabajo de las comisarías hasta la implementación del Comando de Patrulla Comunitaria, embrión de la policía local cuya ley se está debatiendo.

Pero uno de los puntos más concretos en los que las administraciones locales tendrán injerencia operativa será en el control de la circulación de motos, una pata que para la Provincia resulta clave a la hora de frenar el delito.

La modalidad de esos controles tiene variantes. Incluye la prohibición de circular de a dos sobre una moto, como la prueba piloto que impulsa el propio ministro Alejandro Granados en Ezeiza, restricciones de horarias o calles para el paso de vehículos con dos ruedas; o la obligatoriedad de identificarse de manera visible, con chalecos que exhiban las patentes de los rodados.

Las medidas no dejan de tener aspectos polémicos y miradas contrapuestas de los diferentes actores. Sobre todo en lo que hace a la libertad individual de los ciudadanos. Pero todos coinciden en que debe ejercerse algún tipo de control.

El secretario de Prevención Ciudadana de Pilar, Juan Carlos Losada, señaló que en el distrito los controles sobre las motos y sus jinetes “están puestos en práctica hace mucho tiempo”. Tanto, que “la operatividad (de los operativos vehiculares) que hacemos se dirige casi exclusivamente a las motos”.

Números

Los controles crecientes sobre los motovehículos traen aparejados desafíos logísticos. Por caso, el Municipio está trabajando en la construcción de un trailer especial para el secuestro de motos.

“En cada operativo se secuestran 5 o 6 motos, son unas 50 por semana”, enumeró Losada. Y aportó un dato sintomático: alrededor de la mitad de los vehículos secuestrados en operativos, ya sea por falta de documentación u otras faltas, no es reclamada por sus propietarios.

Así, las motos se acumulan actualmente en un predio de una hectárea que el Municipio tiene en cercanías de la ex Fábrica Militar, que en los próximos meses se duplicará con la incorporación de otra fracción. Son 800 las motos que nadie reclama y esperan los trámites para ser entregadas a instituciones o bien compactadas.

Por el momento, sin embargo, Losada dijo que no está muy claro cuál será la idea de la Provincia para regular la situación y no se mostró muy entusiasmado con la posibilidad de prohibir que vayan dos personas en un mismo rodado. “Si es así, en vez de dos en una va a ir uno en cada moto. En los operativos se nota quién la usa para trabajar y quién no”, dijo.

Aunque admitió que no será fácil aplicar cualquier medida, dijo estar “perfectamente de acuerdo” con que deben adoptarse medidas y con seguir profundizando los controles.

A la vez, Losada señaló que el tema de las motos es el primero que surge en cualquier reunión vecinal en la que los funcionarios escuchan pedidos sobre la seguridad.

“Es lo que llamamos el ‘delito fastidioso’, el que te arrebata la cartera, el celular o la plata para viajar”, definió. Y dijo, categórico: “Vamos ser más duros todavía”.

Motoqueros

El secretario general de la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros (ASIMM), Marcelo Pariente, advirtió que las medidas para los usuarios de motos “estigmatizan al motoquero poniéndolo en una posición como posible delincuente”. En ese sentido, pidió una audiencia con el gobernador Daniel Scioli para expresar el punto de vista de la organización.

26%

de los robos son cometidos por delincuentes en moto.

50

motos por semana se secuestran en operativos en Pilar.

800

permanecen en el depósito municipal sin ser reclamadas.

Control sin prohibición

El massista Jorge D’Onofrio, presidente de la comisión de Seguridad del senado bonaerense, reconoció la necesidad de mayor control sobre las motos, aunque advirtió que “es sabido que es el medio de transporte que más se popularizó entre los que menos tienen”, por lo que alertó

sobre el peligro de “cortar el hilo por lo más delgado”.

“Una cosa es el control más firme, pero prohibir la circulación de dos en una moto se me hace inconstitucional”. Además, señaló que “quien cae en la tentación de violar la ley para robar y ejercer violencia, difícilmente se detenga ante una ordenanza”.

Mejorar la identificación

Liliana Alfaya, referente de los foros de seguridad y exconcejal del kirchnerismo, admitió que “mucho del robo al voleo en la vía pública está vinculado al delincuente en moto”. “Todas las medidas que se tomen para intensificar los controles sirven. Hay que obligar a que las motos salgan patentadas de las agencias y que tengan en el casco el número de patente. También

me parece bien el chaleco identificatorio”, dijo.De esa manera, opinó, “se van reduciendo los márgenes

de acción” del delito y aclaró que “la idea es que la moto no se use para robar, no que se les quite a los trabajadores”.

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