Preparando la cosa, entre moyanistas, estuvieron reunidos en el Sindicato de Camioneros dirigentes como Omar Plaini, Miguel Ángel Díaz, Sergio Palazzo, Hugo, Pablo y Facundo Moyano.

El 29 de agosto, en la mismísima CGT, habrá un plenario de secretarios generales y ya varios esperan ese momento como el epicentro de las críticas hacia el triunvirato y el ideal para plantear la renovación de la conducción cegetista, más alla de que hace pocos días, el Consejo Directivo de Azopardo “coincidió” en seguir la rienda elegida aquel 22A del 2016. Pero….

El 21F comenzó armarse y parecía algo disidente que no tenía espectro alguno, sin embargo, Pablo Moyano siguió su rumbo alineando a los viejos alfiles moyanistas (no a todos), y los fue convenciendo de que el momento era este. Para salir a la calle contra un Gobierno que se puso en frente del movimiento obrero y para trazarse el objetivo de querdarse con la conducción de la Confederación General del Trabajo.

Con el respaldo de Don Hugo, Pablo camina firme con los caballitos que lo siguen pegaditos. Miguel Ángel Díaz, secretario general de Udocba, en medio de una batalla con María Eugenia Vidal y eterno confeso moyanista, ha manifestado en varias oportunidades que el vicepresidente de Independiente es el “indicado”. Omar Plaini (Canillitas), de los lobos experimentados que forma parte de una de las columnas vertebrales de ese armado, acompaña y milita para que el moyanismo vuelva a la conducción de la CGT. Sergio Palazzo, más allá de la condena de muchos peronistas por su ideología política, es uno de los cuadros más interesantes que ya se abroqueló a la cabeza de la boleta junto al Camionero.

Luego, fuera de la foto que se exhibe, gremios como Safyb (Marcelo Peretta), Municipales nacionales y bonaerenses (“Cholo” García), Pilotos (Pabló Biró), Universitarios (Fedun). Hay quienes sostienen que los taxistas de Omar Viviani están plegados a esta corriente y, por supuesto, los gremios de la Corriente Federal, que acompañan a su conductor fiel, el bancario Palazzo.

Bisagra será aquel 29 de agosto, cuando se reúnan en la CGT en plenario y se saquen chispas desde el discurso. Se verá si queda algo plasmado o solo serán agites sindicales y exposiciones posturales. Lo que sí es seguro, es que Pablo Moyano se decidió a pelearle al triunvirato el sillón y camina todos los días hacia Azopardo, al menos, con más gremios que lo apoyan.