Moyano advierte tiempos difíciles y negocia cambios en su convenio colectivo

Moyano advierte tiempos difíciles y negocia cambios en su convenio colectivo

El líder camionero discute con los empresarios del transporte una salida para evitar despidos y abre la puerta a una reforma sectorial; la metamorfosis de Pablo y el futuro de OCA.

Pablo Moyano no economiza críticas a la hora de calificar la gestión de Mauricio Macri, pero tampoco ejerce de jefe de campaña o vocero sindical de Alberto Fernández, como lo hacen a menudo otros colegas suyos. Es muy probable que se trate de una estrategia en la que él suele jugar de duro, mientras que Hugo, su padre e histórico jefe del gremio de los camioneros, se muestre más conciliador. Así funciona el clan desde hace décadas.

"Pablo tira y tira, y el que arregla es Hugo. Pero ojo que Pablo maneja cada vez más cosas del gremio, te diría que ya todo pasa por él", refuerzan en Camioneros. Hace un mes, Hugo logró su octava reelección en cadena en el sindicato. Se especuló que a los 75 años cedería el mando, pero cuentan que hubo una suerte de operativo clamor para que continúe un período más, hasta 2023. Su hijo Pablo, el heredero natural, también le insistió.

Coinciden gremialistas con los que Pablo se reconcilió luego de años de disputas, dirigentes políticos con cargos ejecutivos que comparten con él la cúpula del PJ y empresarios con los que a veces frecuenta que asisten a una suerte de metamorfosis del hijo rebelde de Moyano. Afirman que con casi 50 años está más abierto al diálogo, que ahora es más cerebral que combativo y que se volvió un estratega con un variedad de recetas más que las bravuconadas por los medios o la movilización de las fuerzas de choque para activar una protesta o un bloqueo de alguna empresa. En su entorno no hablan de "cambio", pero sí de que la llegada de su última hija, en mayo pasado, lo sacudió.

"Sabemos que después del 10 de diciembre van a venir medidas muy duras. Nos dejan una bomba atómica", advirtió Pablo Moyano hace unos días en declaraciones radiales. Anticipó así que para él Macri es un presidente en retirada y abrió el paraguas sobre lo que podría venir en caso de un eventual gobierno de Fernández.

Remató marcando la cancha con una reivindicación que busca hacer propia, como lo hizo su padre durante la gestión de la Alianza, entre 1999 y 2001. "La tranquilidad que tengo es que estuve reunido con Alberto y desde el gobierno nacional no va a haber ningún proyecto para la reforma la laboral", dijo el número dos de los camioneros.

Los mensajes de Pablo Moyano esconden varios conflictos que se avecinan más allá del resultado electoral de la semana que viene. La Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), que reúne a unas 50 cámaras del sector y que es la corporación empresaria que negocia salarios con el gremio, desestimó afrontar el pago del bono de $5000 en una sola cuota y podría declarar la "emergencia sectorial" por la crisis económica. Hay más.

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De acuerdo con un relevamiento propio, la Fadeeac señaló que los costos del transporte de cargas aumentó un 4,30 por ciento en septiembre y que lleva un 35% en lo que va del año. Los números de octubre serían iguales o incluso más catastróficos. Con estas cifras en la mano, Mario Eliceche, el presidente de la federación, advirtió en reuniones reservadas que hay pymes que podrían bajar sus persianas. Antes de que eso suceda, intentará abrir diferentes ventanas de negociación, no solo con el gremio, sino también con el gobierno de turno y la AFIP, para intentar lograr un alivio tributario.

Mientras que la CGT, las grandes cámaras empresarias y el equipo de Alberto Fernández avanzan en el borrador de una suerte de pacto social, los Moyano comenzaron a estudiar por primera vez posibles modificaciones de su convenio sin que ello simbolice una pérdida de derechos y reivindicaciones. Será una pulseada inevitable con los empresarios, que se anticipa caliente.

Cuando la Fadeeac acordó en junio último con los Moyano una suba salarial de 23% por seis meses, el apretón de manos incluyó un compromiso de ambas partes de negociar a partir de enero de 2020 cambios en el convenio colectivo 40/89 vinculados a la antigüedad [quieren reducirlo de 1 a 0,5%], las horas extras y el plus por kilometraje. También podría haber una negociación por los bitrenes. No sería la reforma de la ley laboral, pero sí el comienzo casi en dosis homeopáticas de la modificación del convenio camionero.

Facundo Moyano, que no suele coincidir en sus diagnósticos con su hermano Pablo, abrió las puertas al debate interno: "Hay que discutir una actualización laboral rubro por rubro. La Argentina tiene un 40% de trabajo no registrado, evidentemente algún problema hay". Lo dijo muchas veces en privado, ahora el diputado nacional lo repite en los medios.

La discusión ya cruza a las seccionales de camioneros, alertadas por la posible pérdida de puestos de trabajo. Moyano manda en todas las provincias, salvo en Córdoba y Santa Fe, dos gigantes que se abrieron de su manejo por distintos motivos.

Con el futuro gobierno, a los Moyano los desvela cómo seguirá la situación del correo postal OCA. Se lo dijeron a Alberto Fernández cuando los visitó en su casa. Por una determinación judicial, el gremio y el Estado son desde hace seis meses administradores conjuntos de la empresa postal privada más grande del país, en la que se desempeñan 7000 empleados, de los cuales unos 6300 están afiliados a Camioneros.

La decisión judicial del juez Pablo Tejada fue objetada sin éxito por Patricio Farcuh, exdueño de la compañía postal y de quien se sospechó que actuó como testaferro de los Moyano a partir de movimientos financieros detectados por la Unidad de Información Financiera (UIF).

Quebrada, con una deuda con la AFIP que alcanzaría los $7000 millones, OCA es una empresa que se acostumbró a los abismos. Las cuestiones financieras y de recursos humanos se mantienen a cargo de uno de los tres veedores que designó el juez Tejada. Pero el timón real está hoy en manos de Rodrigo Condori, abogado de Camioneros y hombre de los Moyano, y de Pablo Yannibelli, director nacional de Fiscalización del Trabajo y la Seguridad Social del Ministerio de Producción y Trabajo, que encabeza Dante Sica.

Condori y Yannibelli son responsables de la operatividad y de las gestiones comerciales de OCA. En caso de un eventual cambio de gobierno, algunos cargos del organigrama del futuro Ministerio de Trabajo son de suma importancia para los Moyano. Uno de ellos es la dirección que ocupa Yannibelli, incluso más importante que la cabeza misma del Ministerio de Trabajo, un sillón que podría ser ocupado por Claudio Moroni, con trayectoria durante los 90 en la Superintendencia de Seguros, la Anses y la AFIP.

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