Moyano advirtió que el Gobierno podría infiltrarle su marcha

Moyano advirtió que el Gobierno podría infiltrarle su marcha

Dijo que teme actos de violencia e hizo "responsable" a la Casa Rosada de la seguridad en la movilización del miércoles a la Plaza de Mayo

Por Lucrecia Bullrich |

Estirar la convocatoria a la Plaza de Mayo más allá de las férreas fronteras del mundo gremial. Todo lo que se pueda. Pero evitar que esa ampliación se vuelva un bumerán.

En la búsqueda de ese delicado equilibrio trabaja por estas horas Hugo Moyano.

Atento a los disturbios callejeros de la última semana, el jefe de la CGT opositora dejó la advertencia ya planteada: pidió al Gobierno que "tome todos los recaudos necesarios" para que en la marcha del próximo miércoles "no haya agentes exógenos" que alteren el espíritu de la movilización.

"Hacemos al Gobierno expresamente responsable de nuestra seguridad y de los ciudadanos", advirtió el jefe de la CGT opositora en un comunicado difundido ayer.

El camionero convirtió así en aviso formal a la Casa Rosada el debate que más temprano había tenido con enviados del jefe de la CTA, Pablo Micheli, y Luis Barrionuevo, líder de la CGT Azul y Blanca en la sede cegetista de la calle Azopardo.

"Si pasa algo es porque el Gobierno mandó a que pasara", ahondaron sin eufemismos allegados a Moyano ante LA NACION.

El mensaje es claro. El jefe de la CGT teme que el miércoles haya infiltrados que "arruinen la fiesta".

Esa posibilidad se agranda, razona Moyano, en la medida en la que participen sectores "no organizados" de la sociedad, algo que anhela, y, sobre todo, después de los destrozos en a la Casa de la Provincia de Tucumán , que el jueves pasado derivaron en la caída del jefe de la Policía Federal .

De hecho, uno de los párrafos del comunicado de ayer apuntó a la supuesta inacción de la policía durante esos disturbios. "Ante tamaño desmadre quienes debían llevar tranquilidad y orden, extrañamente, poco y nada hicieron para que las marchas se realizaran pacíficamente", denunció Moyano.

En rigor, desde el 27 de junio pasado, cuando Cristina Kirchner ordenó que la policía no custodiara el acto frente a la Casa Rosada en el que Moyano reunió a 50.000 personas, la vigilancia de cualquier protesta del sindicalismo opositor es mínima.

Más allá de que la ausencia de policías es ya habitual, Moyano cree que la coyuntura multiplica la posibilidad de que la violencia empañe la marcha del miércoles. Micheli y Barrionuevo comparten la preocupación.

"El tema seguridad es clave. Vamos a controlar que no haya infiltrados y a todos los que lleguen por fuera de las columnas", detalló a LA NACION Julio Ortellado, que estuvo reunido ayer con Moyano en nombre de la CTA.

En línea con el comunicado de Moyano, el barrionuevista Carlos Acuña (estaciones de servicio), que también participó del encuentro en Azopardo, ahondó: "No hay motivos para que haya incidentes. Nosotros nos vamos a organizar y podemos cuidar a los compañeros, pero no podemos evitar desmanes de gente mandada".

Los preparativos para la marcha del miércoles se mezclan con la resistencia que la alianza entre Moyano y Micheli genera puertas adentro de ambas centrales, que se profundizó en los últimos días.

Ayer se decidió que las dos CGT, la CTA y las organizaciones sociales que también convocan (Federación Agraria, Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa, entre otras) destinarán 4000 personas al operativo de seguridad.

También se acordó que los gremios de la CGT de Moyano llegarán a la Plaza por Diagonal Sur; los de la Azul y Blanca de Barrionuevo por la Avenida de Mayo y los hombres de Micheli y el resto de las agrupaciones, por Diagonal Norte.

Los oradores serán Moyano y Micheli. Barrionuevo evitará el micrófono..

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