“El gremio de camioneros va a acompañar la movilización del 8 de octubre”, afirmó Moyano, en conferencia de prensa en la sede de la CTA, junto a Micheli, aunque aclaró que “por ahora” sólo se acompañará la marcha y no el paro.

El jefe de la CGT señaló que la reunión “ha sido un ambiente muy bueno” y consideró que “esto es el comienzo de una tarea que va a tener como objetivo no permitir el avance sobre los derechos de los trabajadores” por parte del Gobierno nacional.

Micheli, por su parte, contó que en el cónclave discutieron los principales temas que atraviesan la situación del país y encontraron “coincidencias” tanto en el diagnóstico como en las posibles respuestas para solucionar los problemas.

“Vamos construyendo un camino de unidad de acción”, aseguró el representante de la CTA, quien recordó que los dos sectores vienen de “muchos años de desencuentros”. Evocó en ese sentido el caso del germialismo en España, donde las principales centrales obreras se han unido para repudiar el programa de ajustes del gobierno.

Micheli precisó además que trabajarán en conjunto para que se revea el impuesto a las Ganancias, el tope para las asignaciones, el salario mínimo y para que se otorgue el 82% móvil a los jubilados.

Por último, consultado acerca del surgimiento de sectores cercanos y alejados de la Casa Rosada tanto en la CGT como en la CTA, Micheli dijo: “No hay que asustarse con que aparezcan distintas expresiones en el espectro gremial. Es parte de la diversidad, hay corrientes internas”. Y advirtió que “al Gobierno le gusta meter la cola” en esas organizaciones.