El día lunes a las 12hs se congregaran más de 130 gremios afines al moyanismo en el camping del SETIA (Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y afines), con el objetivo de discutir qué postura llevar a la realización del Comité Central Confederal y las elecciones del próximo 12 de julio.

Según los organizadores, en el encuentro darán el presente “gremios de la Industria, ferroviarios, marítimos, estatales, educación, municipales y organizaciones de todas las actividades”.

Para Mauricio Anchava, secretario general del SETIA, la congregación es importante “para seguir avanzando en la renovación del mandato de Hugo Moyano como Secretario General de la CGT”. Resaltó, además, que el referente de Camioneros es quien “mejor defendió los derechos laborales y las conquistas sociales en Argentina”.

La cita planteada en el camping del Sindicato de Textiles es una más de las estrategias establecidas por el dirigente obrero en su carrera para no ser desplazado de la máxima representación de los trabajadores.

Entre los apoyos conseguidos, el último espaldarazo a la reelección del camionero como conductor de la CGT fue realizado durante el día de ayer por el titular del Sindicato de Papeleros, Blas Alari. Alari es uno de los comprometidos a asistir al Comité Central Confederal y ya expresó su “total apoyo para que (Moyano) continúe su mandato al frente de la central obrera”.

Por el lado de la oposición al moyanismo, si bien en un principio han querido presentarse como un bloque homogéneo, todavía no han podido saldar diferencias internas y presentar un candidato de unidad. Por el momento, quienes apoyan a Luis Barrionuevo (Gastronómicos), los “Gordos” (Luz y Fuerza, Taxistas, etc.), y un sector de sindicatos independientes no alineados (UPCN, UOCRA, y Obras Sanitarias) han decidido no participar de la Confederal y del Congreso de renovación de autoridades.

Los encuentros y negociaciones con el objetivo de construir alianzas de cara a la renovación de los representantes sindicales se da en un contexto de creciente hostilidad discursiva entre Hugo Moyano y el gobierno, paritarias en curso, realineamientos internos en la central obrera, y ralentizamiento de la economía.