Sin mucha fuerza, los choferes de la EPTM levantaron la toma

Sin mucha fuerza, los choferes de la EPTM levantaron la toma

El miércoles habían ocupado la sede de la empresa porque se había aprobado su reforma. Ayer abandonaron la protesta. El martes, día clave.

El personal de la Empresa Provincial de Transporte (EPTM) que el miércoles se instaló en la sede de calle Perú en rechazo de su sustitución por la sociedad anónima estatal STM dispuso ayer levantar su permanencia en el lugar. Revirtió así una medida inicialmente prevista hasta el martes próximo.

Lo decidió una asamblea a media mañana, luego de que a primera hora la mayoría de los choferes decidiera prestar el servicio con normalidad. 

Un sector del personal de EPTM -cercano a UTA- no sólo no acompaña la protesta, sino que considera que el remplazo de EPTM por STM  abre chances de transferencia al sector privado de los colectivos, donde los sueldos son más tentadores. 

En tanto el sector que se opone al cambio -vinculado con ATE- enfrenta dificultades para sus convocatorias. 

“Pudieron más las presiones de descuento de día, de desalojo por la fuerza, de sumarios y de imputaciones penales con las que nos amenazaron”, confesó -resignado- un delegado.

“¡Para el propio Gobernador somos unos terroristas!”, se quejó apuntando al pedido de sanciones de Alfredo Cornejo para los responsables de los incidentes en la Legislatura.

En la asamblea que dispuso normalizar el servicio ayer se vio menguada la asistencia del personal -con relación al día anterior-, aunque creció la presencia de dirigentes sindicales y políticos que rechazan el proceso de transformación.

Y se ratificó la decisión de organizar una nueva manifestación en la Legislatura el próximo martes. Ese día el Senado discutirá la ley aprobada en Diputados.

El titular de EPTM ingresó ayer temprano a la empresa y participó del ordenamiento de los servicios. El miércoles por la tarde había dejado su oficina en momentos en los que ingresaba el personal manifestante. 

“El comisario que estaba acá consideró que teníamos que salir junto a la ingeniera (Estela) Papa, que es la otra directora de la empresa. Fuimos custodiados entre insultos y escupidas. No quise volver a la tarde porque el comisario me dijo que corría peligro de muerte. Puse la denuncia y dije que vendría a a trabajar al día siguiente (ayer) porque éste es mi puesto de trabajo”, remarcó.

“En caso de que salga la ley no se despedirá a ningún trabajador”, reiteró una vez más. “Nadie quedará en la calle y cada persona que se transfiera ya tiene su puesto asegurado en otra área del Estado.

Está taxativamente puesto en la ley a pedido del diputado Guillermo Pereyra del Frente Renovador, con la formación de una comisión de seguimiento”, afirmó.

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