El brote de hantavirus que en el país ya se cobró la vida de doce personas en lo que va del año renovó el temor de los vecinos por esta enfermedad, que es “endémica” en la región, y desató una ola de denuncias por la aparición de roedores, la formación de basurales y el calamitoso estado que muestran incontables descampados, sobre todo en la periferia.

En ese marco, el Municipio platense adelantó que, a raíz de los reclamos vecinales, se intensificaron los controles en viviendas particulares y en la vía pública “para asegurar que cumplan con la normativa vigente a fin de evitar que se generen focos infecciosos en la región”. Y, para movilizar a los vecinos a que mantengan en condiciones sus respectivos inmuebles, estableció multas de hasta $346.000 para aquellos que no cumplan con las condiciones de salubridad

Según se informó, las multas pueden llegar hasta los $346.000 y/o 30 días de arresto por la existencia en inmuebles en la vía pública de malezas, basura, residuos y de cualquier materia que signifique riesgo o peligro para la salud y seguridad de la población.

Conjuntamente, se detalló que las infracciones a la falta de higiene y salubridad de las viviendas y domicilios particulares (o sus lugares comunes) pueden ascender a sanciones de hasta $86.500.

Se informó que por estas horas diversas áreas de la Municipalidad “avanzan con un protocolo de acción y relevamiento en conjunto que comprende operativos de prevención en múltiples zonas de la ciudad”.

Dentro de los puntos notificados se encuentra una vivienda en calle 63 entre 1 y 115, donde se hicieron presentes agentes de las áreas de Salud, Zoonosis, Espacios Públicos y Gestión Ambiental, y la Policía Ecológica, quienes procedieron a labrar un acta para regularizar las condiciones de higiene y salubridad del lugar. Se trata de un caso del que ya se había dado cuenta en este medio, por un vecino que, al parecer, “criaba” roedores.

Conjuntamente, se dispuso apoyo médico y veterinario para el control de plagas; en tanto que se procedió a la entrega de dosis de cebo para los vecinos de la zona.

A su vez, como parte integral del protocolo, fuentes oficiales precisaron que “la justicia está en proceso de permitir el acceso a la vivienda”, en tanto que, tras ello, “los familiares del propietario y la Municipalidad coordinarán las acciones de limpieza del lugar”.

NO AFLOJAN LOS RECLAMOS

Tras los casos mortales de hantavirus registrados en Chubut y Salta, los platenses levantaron la guardia y continúan con las quejas por terrenos en estado de abandono que propician la presencia de roedores.

Por caso, Cristian Fernández sostuvo que a pocos metros de la casa de sus padres, en 134 y 71, Los Hornos, se formó en un enorme pastizal y un cañaveral donde es común ver ratas, mosquitos y bolsas de basura. Ante este cuadro el vecino afirmó que habló con el propietario del terreno pero que “ya estamos cansados de hacerle reclamos. “Necesitamos que intervenga la Municipalidad para que esto no empeore”, dijo en medio del hartazgo.

Al mismo tiempo, se registraron quejas por el estado que presenta un terreno privado de 5 entre 529 y 530, en Tolosa. “Tenemos que convivir con la mugre, el pasto, las ramas, y lo peor es que la dueña se niega a limpiarlo”, sostuvo Analía, quien remarcó que “lo más grave pasa por la presencia de ratas y murciélagos”. Y sentenció que “tengo un nieto de 6 años que está expuesto a esta situación”.

TEMOR EN EL RINCÓN

También los vecinos del barrio El Rincón están movilizados. Contaron que en diagonal 431 y 134, a la vuelta de la plaza Esperanza “hay terrenos con cañaverales y ratones colilargos”. Explicaron a este diario que ya fueron a pedir a la delegación comunal que se tomen medidas para sanear el lugar, pero por ahora no han tenido respuestas. Y advirtieron con preocupación que “muchos nenes se bañan en el arroyito que pasa por la zona”.

Por otro lado, desde el barrio El Gigante del Oeste alertaron por pastizales y presencia de basura en 173 desde 44 hasta 47. “La basura es un foco infeccioso, hay ratas y el hantavirus es un peligro”, consignó Alejandro. El vecino expresó que “la basura desparramada es un peligro, el contenedor no alcanza, se desborda, y esto es porque en el barrio viven más de 400 familias”.

Por una situación similar atraviesan vecinos de City Bell, a raíz del abandono que presenta un extenso terreno situado en la zona de 461 y 20, el cual luce con pastos crecidos y con una vasta cantidad de desechos acumulados producto -sostienen- de la falta de mantenimiento durante los últimos años.

“Hace muchos años que padecemos este foco infeccioso. Acá hay ratones, mosquitos, moscas, agua estancada y el olor es insoportable”, describió Liliana Pedraza.

La vecina explicó que esta situación “es de gravedad” porque estas tierras se encuentran en cercanías de un jardín de infantes y de colegios primarios y secundarios.