A través del Decreto del Departamento Ejecutivo 2095/2014, fechado el 10 de octubre del año pasado, el intendente Juan José Bahillo dispuso un breve –pero suculento- articulado que le permitió al Jockey Club afrontar parte de la nómina salarial del personal que trabaja en esa entidad.

El Artículo 1° dice textualmente: “Otórguese en el marco de la Ordenanza Nº 10.894/06, un subsidio no reintegrable sujeto a rendición de gastos, por la suma de 50 mil pesos, a favor del Jockey Club Gualeguaychú, destinado a cubrir parcialmente los sueldos del personal que se desempeña en la mencionada institución, en virtud de que se encuentra atravesando momentos difíciles de desequilibrios financieros, producto de una merma en la actividad generadora de ingresos”.

¿Cuál es la actividad generadora de ingresos del Jockey Club? Las apuestas, el juego. Y esto se hizo a pesar de que existen varias entidades de bien público que deben andar mendigando para solventar sus valiosos aportes a la comunidad. Pero no, el Ejecutivo Municipal elige “destinar” parte de los impuestos para colaborar con los salarios de una organización que obtiene sus recursos del juego y las apuestas.

El Artículo 2° establece que se debe librar “el cheque correspondiente a nombre del Jockey Club Gualeguaychú, CUIT Nº 30-52692086-0, el cual deberá proceder a rendir gastos, dentro del plazo de treinta días de recibido el subsidio dispuesto en el artículo precedente”.

En el Artículo 4° se aclara que “la erogación que demande el cumplimiento del presente será imputada a la Jurisdicción 1110104000 – Secretaría de Desarrollo Social – Dependencia: Deportes, Unidad Ejecutora: 22, Dirección de Deportes – Fuente de Financiamiento: 131 de origen municipal. Imputación Presupuestaria: 25.08.00 5.1.7.0 – Transferencia a otras instituciones cult” (sic, ¿habrá querido decir “cultural” por “cult”).

El Decreto lleva la firma del intendente y del secretario Jefe de Gabinete y Gobierno Germán Grané.

¿Y la oposición?

Esta norma está fechada el 10 de octubre del año pasado. Es decir, han transcurrido siete meses, pero es evidente que el bloque de la oposición en el Concejo Deliberante ni siquiera lee los decretos que se rubrican en el Departamento Ejecutivo, caso contrario no se entiende cómo se les pasó el que aquí se está informando.