Murphy trabaja en el tratamiento de basura para desactivar vertedero

Murphy trabaja en el tratamiento de basura para desactivar vertedero

En la Comuna de Murphy desde hace 15 años se viene desarrollando un tratamiento diferenciado de residuos que abarca las etapas de recolección, clasificación y procesamiento de la basura y tiende al mejoramiento ambiental y un uso más eficiente de los desechos producidos.

Carlos Corbela y Daniel Reyes comentan que los vecinos separan en sus hogares los productos orgánicos y también hay canastos distribuidos en todo el pueblo para vidrio, plásticos y cartón y papel. En relación a la cantidad de vecinos que suman a la clasificación, afirman que hoy se encuentra solo en un 20% de separación domiciliaria, pero apuntan a que el objetivo de la gestión comunal es a lograr un 80% de recolección domiciliaria.

Los días de recolección domiciliaria se reparten entre lunes, miércoles y viernes, y luego se realiza la recolección en negocios de cajas, aceite vegetal usado, cubiertas, y específicamente algunos productos como pilas o residuos electrónicos.

“Todos los cambios que son educativos son lentos y graduales, pero va a haber un componente económico a no muy largo plazo, y eso podrá ayudar”, indican. Y agregan: “lo que se recolecta va al reciclaje. Una levanta todo lo que va al basural, la otra lleva a la planta de tratamiento que son tratados y en seis meses se termina el fertilizante orgánico. Se separa y clasifica lo que es plástico y papel, y con la prensa se arman fardos de materiales. El vidrio se recolecta algunas botellas enteras, y en otros casos, el vidrio a granel. Este último mes nos han traído un contenedor para no depender de una pala y del cargado”.

En volumen de basura, los responsables señalan que “se puede estimar pero no es un número que exceda el 35%”, y completan: “si miramos el vaso medio vacío, en una separación responsable en origen, si todos tomamos conciencia de la importancia de separar la basura, podemos juntar alrededor del 80% de la basura”. La importancia para el futuro está dada porque “va a haber una cuestión fundamentalmente económica” cuando comience a funcionar el consorcio que se formó a nivel regional para el tratamiento de la basura y “cada pueblo va a pagar un canon en relación directa a los kilos de basura”. Por lo cual, cuanto mayor sea la cantidad de reciclaje, mediante una separación óptima, se pagará menos. “No hay magia, eso lo va a pagar la comuna a través de una tasa municipal. Se está discutiendo si habrá una tasa extra, en donde el vecino que no separa, tiene que pagar más”, apuntan.

El predio del basural ocupa alrededor de dos hectáreas. Actualmente cuentan con cuatro boxes en el establecimiento y dos personas fijas como empleadas. Se suman algunos empleados rotativos que llegan a entre cinco y siete trabajadores encargados de hacer la recorrida, el traslado del material y la separación. “La recolección de orgánico y reciclable es el mismo, el que hace la separación es independiente”, aclaran.

“En verano también participan de Acción Social un grupo de chicos con capacidades diferentes que se encargan de la clasificación. Es un trabajo liviano en el que ellos contribuyen, canalizando un programa que había para estos chicos y que por un lado nos significaba una gran tarea a nosotros, y por otro lado los dignifica a ellos en una tarea concreta”, argumentan.

En ese sentido, relatan que se llevan adelante tareas de colaboración en ferias de ciencias en primaria, charlas en secundarios y actividades vinculadas. Otra de las iniciativas es en la participación en EcoLadrillos, que consiste en poner los papeles de alfajores y masitas en una botella compacta, y el salón que más juntaba tenía como premio cambiar los bancos para el año siguiente. Por otro lado, reciben visitar de escuelas de otros pueblos y cuentan con una fábrica en el parque industrial que permite contemplar el proceso. “Con la excusa de capacitar a los chicos de las escuelas en la separación de la basura y en las características de los residuos, pudimos implementarlo e introducir otros conceptos como el cuidado de la producción limpia, el tema de los agroquímicos, la modificación de la naturaleza”, aducen.

En lo próximo, detallan, se agregarán unos cien canastos agrupados de a tres entre los distribuidos en el radio urbano para que cada vecino tenga uno a disposición cada dos cuadras. “El objetivo es poder erradicar el basural a cielo abierto y que no sea un factor de contaminación”, alegan.

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