“Ningún gremio firmó nada”

“Ningún gremio firmó nada”

Mientras las dos CTA no participaron del encuentro con Macri y empresarios, referentes de distintos sectores de la CGT valoraron el llamado al diálogo, pero destacaron que “lo que se anunció tiene poco significado”. No estuvo Moyano.

El encuentro con el presidente Mauricio Macri y empresarios no tuvo el mejor resultado para los dirigentes sindicales. “Nosotros seguimos firmes para que salga el proyecto de ley antidespidos en el Congreso. Ningún gremio firmó nada ni se quedó para el anuncio del Presidente”, confió a Página/12 un sindicalista vinculado a la CGT conducida por el metalúrgico Antonio Caló, uno de los asistentes a la reunión. La ausencia del camionero Hugo Moyano también fue notoria a pesar de haber enviado representantes de su espacio al anuncio de Macri de un compromiso de los empresarios de “no reducir los planteles de empleados” por 90 días.

“Acudimos al llamado de Macri por una cuestión de respeto... Pero si fuimos y hablamos con diputados y senadores para explicarles los reclamos y la necesidad de una ley que impida los despidos, y que se aplique la doble indemnización, es porque creemos que ése es el camino”, señaló el mismo dirigente de la CGT, poniendo sobre la mesa la prioridad que las centrales sindicales le dan al proyecto que ya tiene media sanción del Senado. “Creemos que el llamado al diálogo es positivo, pero lo que se anunció tiene poco significado para nosotros”, agregó el representante gremial, poniendo todas las dudas sobre el acuerdo firmado por Macri y los empresarios, recibido con pocas expectativas por los sindicalistas.

En la reunión realizada en Casa Rosada estuvieron, además de Caló, el secretario general de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, el dirigente de Obras Sanitarias José Luis Lingeri, el de Sanidad Carlos West Ocampo y el titular del gremio de Comercio, Armando Cavalieri. También fueron de la partida el secretario general del gremio de la construcción, Gerardo Martínez, el secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, Juan Carlos Schmidt, Omar Maturano de La Fraternidad, Gerónimo Venegas de la Uatre, Roberto Fernández del gremio de los colectiveros, y el dirigente del gremio de los trabajadores del petróleo, Guillermo Pereyra. Fue significativa la ausencia del líder de la CGT Azopardo en la mesa que encabezó Macri junto al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

“La convocatoria nos tomó a todos por sorpresa, pero allí estuvimos y el Presidente habló del acuerdo-compromiso con los empresarios, que ojalá se cumpla”, señaló el colectivero Fernández apenas salió de la Casa de Gobierno. Fernández está al frente de uno de los gremios más cercanos al gobierno nacional, junto al de Venegas. A contramano de la indiferencia que generó en la mayoría de los sindicalistas que asistieron al encuentro, Fernández destacó que “el Presidente demostró que está al frente de los trabajadores para que no despidan”, elogiando la iniciativa de comprometer al empresariado de alguna forma, y a pesar de que en el acuerdo se critica el proyecto de ley antidespidos que impulsan las cinco centrales sindicales.

“A los empresarios nosotros les creemos poco. Y sabemos que esto que propone el Gobierno tiene el objetivo de frizar el avance del proyecto de ley de emergencia ocupacional. No quiere verse en el aprieto de tener que vetarla y que los gremios salgamos a la calle otra vez”, analizaban en la CGT Balcarce. “Estamos convencidos de que la única forma de proteger los puestos de trabajo es una ley. No se nos pasa por la cabeza dejarlo en manos de los empresarios”, agregó el dirigente, mostrando la desconfianza sobre los dueños de las empresas.

La convocatoria oficial dejó afuera a las dos CTA, que igualmente apuntaron su desacuerdo con la iniciativa de Macri. “El llamado fue sobre la hora y eso tampoco nos pareció bueno de parte del gobierno. Especularon para que salgamos en la foto con los empresarios y les salió mal”, indicaron los voceros de la CGT de Caló, evidenciando el malestar que generó la jugada del gobierno nacional. “Vamos a seguir el trámite parlamentario hasta el final, porque ésta es una ley que va a salir. Lo que venga después lo decidirá Macri”, aseguraron.

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