La oposición pide reabrir el Congreso y advierte por la concentración de poder

La oposición pide reabrir el Congreso y advierte por la concentración de poder

Responsabilizan a Cristina Kirchner por mantener cerrado el Senado y piden una reunión con Fernández

 

La epidemia de coronavirus y la cuarentena obligatoria que se impuso en todo el país dejaron a la oposición impotente y con las manos atadas. Con el Congreso virtualmente paralizado, perdieron margen de acción y temen que, bajo el amparo de la emergencia, el Gobierno y el presidente Alberto Fernández concentren un poder omnímodo sin control ni rendición de cuentas.

El reclamo opositor es unívoco: en tiempos de crisis, el Congreso no debe bajar sus persianas. Advierten que, en apenas 20 días de emergencia, el Gobierno dictó quince decretos de necesidad y urgencia y reasignó partidas presupuestarias por alrededor de $100.000 millones. El control del Congreso brilla por su ausencia.

Ahora bien: ¿es tan difícil poner en marcha la maquinaria del Parlamento en tiempos de cuarentena? Un recorrido fugaz por los países de la región demuestra que no. En Uruguay, por caso, el Congreso sesionó el jueves pasado y aprobó la creación de un fondo de lucha contra la pandemia. En Brasil, el Senado acaba de sancionar una ayuda económica para los ciudadanos de menores ingresos. En Chile, el Senado aprobó la ley de protección del empleo, que prohíbe los despidos por fuerza mayor. Sin ir tan lejos, la Legislatura de Mendoza ya celebró cuatro sesiones durante la cuarentena, todas ellas de manera virtual, por videoconferencia.

El Congreso, sin embargo, funciona a media máquina. Mientras en la Cámara de Diputados su presidente, Sergio Massa, y los líderes de la oposición se esfuerzan por sortear la cuarentena con reuniones periódicas de comisión por videoconferencia, en el Senado la inactividad es total. Las diferencias son notorias: en la última semana se celebraron en la Cámara baja dos reuniones de comisión, por videoconferencia, con la presencia de ministros: Nicolás Trotta (Educación), Daniel Arroyo (Desarrollo Social) y Ginés González García (Salud). En los próximos días se sumarán Mario Meoni (Transporte) y Agustín Rossi (Defensa).

En el Senado, sin embargo, la única reunión de comisión programada se suspendió dos veces. En ella iba a participar el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, que se excusó por problemas de agenda.

"La cuarentena por el coronavirus no es excusa para que el Congreso no funcione. Ningún argumento es válido para justificar que un solo poder del Estado, el Poder Ejecutivo, gobierne solo y sin la participación del Congreso. Los funcionarios deben rendir cuentas y el Parlamento, cumplir su tarea de control", advirtió el senador Luis Naidenoff, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio.

El formoseño, cansado de dirigirle notas a la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, para que se reactive la actividad parlamentaria en el cuerpo, insistirá en los próximos días para que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, concurra al recinto a brindar el informe de gestión, tal como dispone el artículo 101 de la Constitución. "Estamos todos los bloques de acuerdo en hacer el debate, sea presencial o por videoconferencia. El problema es Cristina", deslizan en la oposición.

La renuencia de Cristina a reactivar el Senado no solo genera malestar en la oposición; también frustró las intenciones de Massa de sesionar en Diputados de manera virtual. Pero, como la sanción de una ley requiere de ambas cámaras, todos los esfuerzos técnicos y operativos iban a ser inútiles.

La oposición solicitó una audiencia con Alberto Fernández. "Es importante que tengamos una reunión con el Presidente, aunque sea en una videoconferencia. Hemos elaborado una serie de propuestas que podrían ser útiles en esta emergencia, pero el Congreso está paralizado. Esto no ocurre en otros países, donde los Parlamentos continúan en funciones. Un dato: ni siquiera en Londres, durante la Segunda Guerra Mundial, los parlamentarios dejaron de sesionar", enfatizó el diputado Cornejo.

 

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