Oscuridad, inseguridad y basura en la zona sur

Oscuridad, inseguridad y basura en la zona sur

Pese a las numerosas quejas elevadas por los vecinos de la zona sureste Edesa no se ocupa de reponer las luminarias quemadas sobre la ruta provincial 21.

Los numerosos reclamos que se remiten al mes de abril, nunca fueron escuchados por el ente provincial responsable de solucionar estos problemas.

Como ya se dijo en reiteradas oportunidades, la falta de luz a lo largo de casi tres kilómetros de ruta, esta preocupando a las familias que con la llegada del estío suelen utilizar las áreas peatonales de estas vía para la practica de deportes al aire libre, cosa que hoy no lo pueden hacer debido a la oscuridad y la inseguridad reinante.

Pero no solo por los deportes al aire libre se ven afectados los vecinos, sino también por la contaminación del medio ambiente, ya que escudados tras la oscuridad, personas inescrupulosas se han dado a la tarea de transformar las banquinas de estas rutas en verdaderos basurales. Así es que al amanecer y como por arte de magia, aparecen tirados a la vera del camino televisores, colchones, cajones, neumáticos, botellas, cajones, animales muertos y basura de todo tipo y especie.

Un párrafo aparte merece el anónimo e inescrupuloso dueño de un taller de televisores que en las últimas semana aprovechando la oscuridad, se dio a la tarea de arrojar viejos televisores. En menos de un mes, logró acumular cinco montículos de estos restos electrónicos, altamente contaminantes. Otro tanto esta haciendo un anónimo gomero que en una sola noche arrojó más de una docena de neumáticos viejos. Y tampoco faltan los chupandines de medio pelo que no se quedan atrás pues cada tanto arrojan pilas de botellas de vino a la orilla de la ruta sin medir las consecuencias del daño que podrían causar a los automovilista que estacionan en la banquina.

Testimonio

Nahuel, un joven del barrio Valdivia, asiduo ciclista que tres veces a la semana recorre el circuito de las autopistas mostró ente El Tribuno su preocupación por las cosas que se están arrojando en las autopistas. "A veces debo taparme la nariz por los animales muertos y embolsados que se arrojan a orilla del camino. Esto ya no tiene nada de sano hacer deporte por aquí", dijo.

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