Otra maniobra de Grecia amenaza al durazno enlatado local

Otra maniobra de Grecia amenaza al durazno enlatado local

El producto paga 14% de arancel contra el 35% que aplica Mercosur a los productos extra zona. Así ingresa al Norte y también a Brasil.

Tras algunos años en que parecía haberse alejado el fantasma de la competencia desleal, Grecia vuelve a amenazar a Argentina con su durazno enlatado y una maniobra de moda: la triangulación comercial, en este caso vía Paraguay donde paga menos arancel de importación.

Así ingresa al circuito informal argentino a un precio U$S 4 más barato, y con ventaja en el mercado brasileño, principal destino del producto nacional.

El producto griego explota a su favor una suerte de grieta entre los socios del Mercosur, que desde 2010 aplican el AEC (Arancel Externo Común) del 35% para productos extra-zona.

Pero Paraguay mantiene un listado de preferencias de hasta 100 productos a los que aplica un gravamen diferencial del 14%, como a la fruta envasada de Grecia.

De acuerdo al mapa de la distribución, los paraguayos consumen una parte del volumen. El resto termina comercializándose en el norte argentino, además de Bolivia y Brasil.

“La triangulación permite el ingreso irregular de mercadería. Al principio, Paraguay no adhirió al nuevo arancel por su suspensión como miembro del Mercosur pero ya no hay excusas, más allá del fuerte lobby de importadores y supermercadistas en un país donde hay más informalidad”, señaló el presidente de Cafim (Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza), Raúl Giordano.

Desde el sector agroindustrial advierten un efecto perjudicial por doble vía. “Una directa, por la eventual competencia desleal por precio en el mercado argentino, y por otra parte, indirectamente en Brasil, porque en esas condiciones nos quita posibilidad de posicionar nuestros productos allá”, advierte el dirigente empresario.

La triangulación comercial parece ponerse de moda. Se conoció recientemente con el ajo chino, en ese caso vía Uruguay y con el mismo destino final: Brasil.

La “novedad” para el durazno industria llega en un escenario con viento a favor. Con un dólar más alto, según Giordano “mejoraron los costos. Es un año para exportar, habida cuenta de que Brasil no tuvo una buena cosecha”.

Hasta U$S 4 más barato

Luego de un 2017 muy flojo (las heladas dejaron apenas 8 millones de latas que fueron mayormente a consumo interno), 2018 pinta mejor: se espera exportar entre 30 y 35 millones de latas.

Por eso el sector agroindustrial de Argentina, y particularmente el mendocino, tiene motivos para estar alerta frente a la competencia desleal. 

Aunque se trata de venta informal, desde Cafim estiman que estarían comercializándose unas 20 millones de unidades de durazno griego en el principal mercado del Mercosur, que a su vez procesa (y consume) alrededor de 30 millones. Eso significaría desplazar casi 60% de la producción exportable argentina.

La principal razón radica en el precio final. Mientras los exportadores helénicos colocan la caja de 12 unidades entre los U$S 17 y U$S 18, desde Argentina el producto llega a U$S 21, lo que los industriales justifican en el alto costo del flete interno (inland), entre otros factores. Aún así, una brecha un poco más corta si se compara con la última vez que Grecia intentó incursionar en Sudamérica.

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