El Gobierno y Hugo Moyano recrudecieron su disputa en este caso por el resultado de la paritaria del gremio de los Camioneros. Ayer, con el primer aval formal al entendimiento entre el sindicato y la cámara empresaria del transporte de cargas Fadeeac con un aumento salarial del 23% en dos cuotas, el Ministerio de Producción y Trabajo informó que el alcance sería por doce meses en contra de lo anunciado por la organización de los choferes, para la cual será por apenas un semestre. La discordancia bastó para que Moyano convocara a un plenario para el 5 de agosto con facultades para iniciar un plan de medidas de fuerza.

La controversia giró en torno de la homologación del acuerdo paritario que, para el sindicato, deberá respetar la vigencia pactada entre el 1 de julio y el 31 de diciembre tal como figura en el punto dos del acta firmada por Moyano y el titular de Fadeeac, Mario Eliceche y a la que tuvo acceso este diario. El incremento consignado en el entendimiento prevé un ajuste de 11,5% con los salarios de julio y otro tanto para los de octubre.

En ese documento, al que tuvo acceso este diario, se señala que “las partes acuerdan un cuarto intermedio teniendo en cuenta que el presente convenio comprende los incrementos pactados hasta el 31 de diciembre de 2019, debiendo las partes reunirse para negociar los incrementos a aplicarse desde enero de 2020 hasta el 30 de junio de 2020”.

La cartera que dirige Dante Sica informó por la tarde que el acuerdo ratificado ayer en sede administrativa “contempla un aumento anual del 23% que tendrá vigencia entre el 1 de julio de este año y el 30 de junio de 2020”, es decir por doce meses. Esa aclaración encendió alarmas en el gremio de choferes por entender que el Gobierno no homologará la vigencia original de seis meses.

“El 5 de agosto tenemos un plenario de Camioneros en (el microestadio de) Ferro por el tema de la homologación, la defensa del convenio colectivo de trabajo y las medidas a tomar”, le comentó más tarde a este diario Pablo Moyano, hijo mayor y lugarteniente de Hugo en la organización gremial. Los dirigentes alegan que el Gobierno buscará evitar la diferenciación con la inmensa mayoría de las paritarias que, más allá de los montos de aumento acordados, respetaron la duración usual por un año de los entendimientos.

El de ayer es un nuevo capítulo de la permanente fricción entre el gremio de los choferes y el Ejecutivo, que tuvo uno de sus picos de tensión cuando el exministro de Trabajo Jorge Triaca le impuso una multa por más de mil millones de pesos por el supuesto incumplimiento de una conciliación obligatoria por la realización de asambleas como método de protesta.

Aunque la homologación es un acto administrativo habitual de la cartera de Producción y Trabajo, es el único mecanismo que le otorga fuerza de ley a un acuerdo paritario y lo blinda para garantizar la obligatoriedad en su cumplimiento por todos los empresarios alcanzados. No implementarla es, también, una herramienta usual por parte de Cambiemos para presionar a los gremios no alineados así como el retaceo de las certificaciones de autoridades para las organizaciones que atravesaron procesos de elección de nuevas autoridades.

Moyano negoció la paritaria con Fadeeac en tiempo récord tras un pedido original de suba de 46% por un año (obtuvo 23% para el primer semestre) y a pesar de que la cámara patronal quedó liderada desde el año pasado por una línea en teoría dura contra el gremio, después de varios años de una conducción más afín.