El rechazo sindical al salario mínimo que fijó el Gobierno en el último Consejo desarrollado en el ministerio de Trabajo, reactivó la reacción de las centrales, esta vez en conjunto. Pablo Moyano, como referente de los Camioneros e integrante de la CGT expresó que es tiempo de realizar "una gran movilización" para "ponerle límites a la gestión del presidente Macri.

En esa convocatoria la central con sede en Azopardo coincidirá con las CTA que lideran Hugo Yasky y Pablo Micheli, decisión que ambos dirigentes ya habían adelantado.

Wasiejko (CTA Yasky) estimó que la semana

próxima se pondrá fecha a la protesta conjunta

El también referente de la CTA de los Trabajadores, Pedro Wasiejko le reseñó a BAE Negocios que las gestiones "están avanzadas" y en la semana próxima la fecha de la movilización conjunta podría ser anunciada. Wasiejko alertó también que la fijación por "supuesto laudo" del nuevo salario mínimo en $10.000, en tres tramos y a un año, esconde otras intenciones del Gobierno para avanzar sobre derechos de los trabajadores. "Por eso decimos que hay que estar muy atentos al desarrollo de los encuentros que todavía están pendientes en el ámbito del Consejo de Salario", resumió.

La efervescencia de Camioneros, que se expresa en su propia paritaria que sumó tres reuniones y ningún acercamiento a partir del 32% que reclama el sindicato capitaneado por Hugo y Pablo Moyano, también completa parte del clima sindical. No es dato menor, que esa organización se comprometió a respaldar a los trabajadores de Pepsico, que resisten el cierre de la planta alimenticia en la localidad bonaerense de Florida. Como reseñó este diario meses atrás, Pablo Moyano había anticipado que la participación de su sindicato y la CGT en las convocatorias de las CTA serían una constante, si el modelo económico apuntaba a "vulnerar" los derechos de los trabajadores.

Corriente Federal

El bloque sindical que integra la CGT, en disidencia, liderado por el bancario Sergio Palazzo, Horacio Ghilini (Sadop) y Héctor Amichetti (Gráficos), se expresó a favor de convocar a un Confederal de la CGT, bajo el lema de que "nada podemos esperar sino de nosotros mismos", tras la fijación del nuevo salario mínimo vital y móvil "bajo techo". Esa falange consideró que ingresando en cuatro semestre con desempleo, precarización, flexibilización, trabajo informal "como únicos brotes verdes" que se generan a partir del modelo económico de Cambiemos, "es inadmisible la decisión de fijar un sueldo mínimo que condena a millones de trabajadores a vivir en la pobreza".

La Corriente Federal reclamó que se

convoque a un Confederal de la CGT

Referentes de la CFT consideraron que "el pretendido diálogo que pregona el Gobierno son solo estrategias de dilación para favorecer a los grandes sectores del capital".

Como datos duros desde la mesa chica de esa corriente enumeraron la crísis de Pepsico, los despidos en Atucha, el cierre de la fábrica textil de Puma entre otras circunstancias "gravísimas" para los trabajadores.