El PAMI se muda a un hotel cuatro estrellas

El PAMI se muda a un hotel cuatro estrellas
El edificio alquilado es el doble de grande que la sede actual. Primero se deberá reacondicionar para la atención al público.
La sede central del PAMI Mendoza se retirará a fin de año del edificio de la calle Córdoba y se mudará a un inmueble que hasta hace poco funcionó como hotel 4 estrellas de calle Brasil.

La institución -que en realidad se llama Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados- alquiló el hotel de la calle Brasil 308, Solaz de los Andes, donde concentrará todas sus actividades en un solo inmueble.

La retirada de la dirección de calle Salta 246, frente al colegio Don Bosco, era muy demandada por las organizaciones de base de la clase pasiva, los gremios y los propios afiliados y empleados, que advirtieron más de una vez sobre las condiciones obsoletas y de estrechez del edificio, además de considerarlo inseguro estructuralmente. Esa sede fue adquirida en 1989, durante la administración de Carlos Menem.

La mudanza, sin embargo, no será de inmediato, ya que como anticipó el director ejecutivo de PAMI Mendoza, Eduardo Hernández, ahora debe efectuarse el proceso de adecuación de las instalaciones rentadas, ya que debe conectarse telefonía e internet, prepararse el área de atención del público y las distintas dependencias del personal y los directivos. La nueva sede de PAMI contará con una amplia dotación de baños, tanto en la entrada como en los diferentes niveles. Asimismo dispondrá de salas de reuniones y de un auditorio, apto para centro de capacitación.

Hernández comentó también que el alquiler tiene la posterior opción de compra.

La Nación pagará por ese inmueble -en el que hace cuatro años se hospedó el cantante Charly García y donde tuvo una severa descompensación en su salud- entre 105 y 108 mil pesos mensuales.

El director ejecutivo opinó también que desde el punto de vista de la superficie cubierta, habrá una mejora sustancial en calidad de atención a los asociados, ya que se pasará de un edificio en tres plantas de 1.890 m2 a otro de aproximadamente 4.000 m2, de construcción reciente.

No sólo irán a calle Brasil las oficinas y otras dependencias de la calle Salta, sino que también se trasladará el anexo de calle José Federico Moreno y Córdoba, de 5.809 m2, inmueble que se alquila.

No se sabe qué pasará con la edificación de calle Salta, que es propiedad del organismo nacional. Antiguos empleados de la institución arriesgaron que tal vez se consolide esa estructura, para luego ponerla en venta, dado que por su ubicación tiene un interesante valor inmobiliario.

En planta baja

Las autoridades actuales prometen que en principio la atención al público, a través de los boxes individuales de recepción de requerimientos del asociado, tendrán cómoda cabida en el amplio lobby del establecimiento comercial. Actualmente, esos espacios -denominados mesa de orientación e inicio de trámite (Moeit)- alcanzan a 16 puestos, y se cree que en la nueva locación se podrán sumar más puntos de atención personalizada.

Se aseguró asimismo que el afiliado no deambulará por el edificio, ya que resolverá sus tramitaciones en planta baja. El ahora cerrado hotel posee subsuelo y cuatro plantas.

Otra condición que se analiza es si la nueva dirección resultará cómoda para el desplazamiento de afiliados del Gran Mendoza que no tienen movilidad propia. Hernández sostiene que sí teniendo en cuenta que hay líneas de colectivos cercanas por calles Rioja, San Juan, y San Martín.

Expectativas

Las organizaciones que están vinculadas al PAMI están expectantes. Quieren saber si el ex hotel se adecuará a las necesidades de la atención de asociados mayores de edad.

Mario Palavecino, presidente de la Mesa Coordinadora de Jubilados de Mendoza, sostuvo que el cambio "es una opción favorable. Es un edificio mejor, dado que el actual está colapsado", mientras que Raúl Monzón (69), titular de la Federación Provincial de Jubilados, fue cauto. "Puede ser, pero veremos la funcionalidad cuando estemos adentro de la nueva ubicación; obviamente, las condiciones antisísmicas serán otras", sostuvo.

En tanto, desde la Federación de Jubilados Mendocinos, que preside Camilo Busto, manifestaron: "Menos mal que se dieron cuenta después de seis años de que se indicó que había que desocupar el edificio y de cuatro años de un informe técnico de la UTN en el mismo sentido".

Por su parte, María Magdalena García, afiliada del barrio Mauricio de Carrodilla, opinó que si "hay un mejor local, será para bien de todos, pensando en los empleados, que ahora están muy apretados".

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