Abel Frutos, secretario general de la Federación de Panaderos, habló sobre la situación general de la Argentina y especifica de la CGT, la que enmarcó dentro de un apoyo absoluto al binomio y reiteró que dar las discusiones fuera del Consejo Directivo de la Central “es malo”. Fauppa cerró en los últimos días la paritaria nacional y de la provincia de Buenos Aires.

Sobre el sector panaderil, Frutos evaluó que “no está ajeno al país” ni “a la marcha de la economía”. “La estamos pasando muy mal”, sostuvo sobre los gremios industriales. “A nivel nacional logramos firmar un 38 por ciento en el interanual y los cinco mil del bono, pero no alcanza”, informó. “Este año fue el más duro para nuestra Organización: sufrimos mucho el ajuste, la devaluación, la crisis económica, como todo gremio industrial. Debe cambiar la matriz económica. Hay que reactivar la economía, incentivar el consumo”. De todas formas, Frutos celebró la relación que mantiene con las cámaras empresarias, y que siempre se disponen a dialogar, y si bien consideró que “el Gobierno también lo hace” en este último caso duda que alcance. “Lo importante sería resolver en función de la situación y hasta acá no existe respuesta”, explicó  el oriundo de Avellaneda. “No estamos conformes pero hemos logrado elevar un poco más el salario. No alcanza, pero estamos cerrando un momento difícil en el contexto de una  economía inestable, dispar e incierta”, destacó. “Hay una inflación galopante, no se pueden sostener los números. Solo en octubre fue del 5.4 por ciento, espero que se estabilice la economía y tengamos tranquilidad, previsibilidad y que se frenen los despidos, suspensiones, vacaciones anticipadas, el achicamiento de turnos y que se reactive el mercado, el consumo”, anheló el también secretario de Finanzas de la CGT al portal Otro Contenido.

A propósito de Azopardo, Frutos se refirió a la salida de Juan Carlos Schmid, mostrándose crítico y objetivo de la decisión del secretario general de la CATT. “Cada uno es responsable de lo que hace, yo no puedo irme sin más, livianamente, con la responsabilidad que tengo en la CGT. Las discusiones hay que darlas adentro porque afuera es malo”, sentenció.