Más en el papel de empresario que de presidente

Más en el papel de empresario que de presidente

La postura de Macri generó la reacción gremial. Desde la CGT recordaron que las paritarias la negocian los sindicatos con los empresarios. La CTA lo acusó de buscar disciplinar a los trabajadores para que acepten la reducción salarial.

 

Desde la cumbre del G-20 en China, el presidente Mauricio Macri le bajó la persiana a la reapertura de las paritarias, cuestionó a los dirigentes de las Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA) Hugo Yasky y Pablo Micheli porque “siempre” sostuvieron “una situación muy extrema” y apostó al diálogo con el triunvirato de la unificada CGT para que no se sume a la propuesta de la CTA de un paro general. Yasky y Micheli le respondieron con la reiteración del pliego de demandas de los trabajadores que motorizó la masiva Marcha Federal del viernes en Plaza de Mayo, advirtieron sobre “el tono arcaico e ideas macartistas” de Macrie insistieron en una medida de fuerza nacional de todas las centrales sindicales mientras coordinan la estrategia que llevarán junto a las organizaciones de defensa de los consumidores a la audiencia pública contra el tarifazo en el gas. Los cegetistas Facundo Moyano y Juan Carlos Schmid también salieron al cruce de las declaraciones presidenciales y sólo el barrionuevista Carlos Acuña –como Schmid integrante del triunvirato de la CGT– descartó que la central se sume a un paro general. El jueves, esos dos dirigentes, junto a Héctor Daer, tendrán que rendir cuentas ante el Consejo Directivo de la central sobre las conclusiones del encuentro que mantuvieron con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, mientras que el 23 lo harán frente al Comité Central Confederal, donde muchos sindicatos reclamarán el fin de la pasividad cegetista ante las políticas de ajuste del gobierno macrista.

“No, ¿cómo se van a abrir si ya están negociadas y, además, la inflación va la baja?”, respondió Macri desde China para sentenciar que no habrá reapertura de paritarias este año. “La CTA, yo diría, ellos han siempre tenido una situación muy extrema. Yo confío en el diálogo que estamos teniendo con la CGT, las distintas corrientes que, por suerte, ahora se han unificado”, dijo Macri en una entrevista radial que utilizó para denostar a Yasky, Micheli y la Marcha Federal y apostar a que la CGT no se sume a la propuesta de un paro general. Macri también volvió a poner la zanahoria del impuesto a las Ganancias. “A fin de mes”, dijo el Presidente sobre el proyecto que llegará al Congreso para modificar las escalas del impuesto que entraría en vigencia recién en 2017.

Desde las CTA, obviamente, cuestionaron las declaraciones de Macri y volvieron sobre las demandas laborales. “Después de la marcha masiva del viernes y el descenso salaríal por la inflación, las palabras del Presidente muestra que se quiere disciplinar a los trabajadores para aceptar lisa y llanamente la caída del poder adquisitivo del salario”, dijo Yasky a Página/12. “Es necesario discutir una agenda social con el Gobierno para que se comprometa a firmar un acta para no continuar con los despidos de empleados públicos en el Estado, la declaración de la emergencia social, que se establezca una garantía salarial para que no sea la variable de ajuste por debajo de la inflación y una política de protección para las pymes y frenar la importación indiscriminada de productos extranjeros”, completó el dirigente de la CTA de los Trabajadores.

“En este momento que vive la Argentina, las declaraciones de Macri no ayudan en absoluto y le echan leña al fuego de una situación social y económica complicada”, sumó Micheli ante este diario y agregó: las palabras de Macri “tiene un tono arcaico e ideas macartistas sobre dos instituciones de la democracia como son las dos CTA. Faltó que dijera ni yankis ni marxistas en un contexto del que hablaba de Perón y los sindicatos”. El dirigente de la CTA Autónoma también deslizó que tras las palabras del Presidente “en el Ministerio de Trabajo no nos van a tratar muy bien”, en referencia al encuentro que el ministro Triaca le concedió para este miércoles tras la carta que su central le envió al titular de la cartera laboral. Micheli confió en que la CGT se sumará a una huelga general conjunta antes de fin de mes.

Entre algunos gremios cegetistas tampoco cayeron bien las declaraciones de Macri. “El Presidente es irresponsable. Primero porque debería saber que las paritarias se acuerdan entre las partes: trabajadores y empresarios. Salvo que lo diga como empresario pero el ya no representa a una parte en esta discusión”, soltó el dirigente del peaje y diputado massista Facundo Moyano.

“Lo primero que hay que decir es que los elogios de afuera a veces no coinciden con las preocupaciones de adentro”, respondió, por su parte, Juan Carlos Schmid, miembro del triunvirato cegetista y cuyo gremio, Dragado y Balizamiento, participó de la Marcha Federal.

Otros, en cambio, fueron más conciliadores. “Hoy tenemos diálogo, entonces no podemos nosotros convocar a un paro al otro día de haber normalizado la unidad de la CGT”, sostuvo Acuña de Estaciones de Servicio. Aunque advirtió que “si no hay una respuesta concreta de medidas para paliar esta situación, todos los diálogos caen en saco roto”. “Yo tuve la suerte de firmar por seis meses y ahora vamos a firmar por los otros seis meses, pero queda claro que con esos sindicatos que de buena fe firmaron por un año nosotros no tenemos porqué dividirnos y la responsabilidad es del gobierno”, argumentó Acuña sobre las paritarias. Consideró, por otro lado, que la situación del empleo es “preocupante”.

El dirigente llegó al triunvirato cegetista como representando del sector del gastronómico Luis Barrionuevo, el más cercano al gobierno de Macri dentro de la central obrera. En ese sector se resisten a que los gremios combativos de la CTA sean los que le “marquen la cancha” y lleven los tiempos de la protesta. Aunque desde otros sectores de la CGT advierten sobre el riesgo de convertirse en meros espectadores de un conflicto en el que pueden terminar quedando rezagados.

En tanto, los reclamos no cesan. Los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) junto a la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie se reunirán mañana con la mesa chica de conducción de la CGT para “evaluar y analizar la situación social que atraviesan los trabajadores de la economía popular, así como el desafío que enfrentan los movimientos populares y las centrales sindicales de cara a las medidas económicas que aplica el gobierno nacional”. Los tres sectores que organizaron la también masiva caminata desde San Cayetano a Plaza de Mayo bajo la consigna Tierra, Techo y Trabajo, quieren el apoyo cegetista para que el Congreso sancione “la Emergencia Social y la creación del Salario Social Complementario para todos los trabajadores de la Economía Popular”.

El jueves, la discusión en la CGT será puertas adentro. El triunvirato deberá detallar ante el Consejo Directivo el diálogo que mantuvieron con el ministro Triaca. Para el 23 de septiembre está convocado el Comité Central Confederal de la central sindical donde se definirá si la CGT seguirá transitando el sendero dialoguista y pasivo frente al Gobierno o se impone un actitud –como impulsan sectores y gremios de la central sindical– que reclaman una medida de fuerza para frenar la embestida del Gobierno contra los trabajadores. Será otro punto de inflexión: no son pocos los sindicatos que parecen dispuestos a ir al paro con las CTA si finalmente la CGT lo descarta.

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