Luego de alertar por una posible medida de fuerza antes de fin de año, la dirigencia transportista se reunió ayer en el marco del congreso anual de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Con el debate sobre la reforma del Impuesto de Ganancias como telón de fondo, los gremios que forman este espacio, uno de los más duros durante el último tramo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se reunieron para aprobar la memoria y balance, y no descartaron un plan de lucha si esta tarde el Congreso no aprueba un cambio en el tributo, que afecta a la mayoría de los integrantes del sector. Además, se habló del anuncio del gobierno nacional, que decidió que los viáticos que reciban este mes sean exentos de Ganancias. “Es un parche más”, se quejaron durante la cumbre, y repitieron que sin una solución de fondo, el año que viene volverán los problemas en la materia.

Los integrantes de la CATT se reunieron este lunes en Capital Federal. La cumbre estuvo encabezada por el titular de la entidad, Juan Carlos Schmid, en un clima de enojo por la falta de respuesta a los reclamos del sector. El tema del Impuesto a las Ganancias es la cuestión de fondo que irrita a la dirigencia, que se ve afectada por el tributo, y que hizo que motorizara los dos últimos paros nacionales en la gestión anterior. En el encuentro, además de ratificar el pedido para que se resuelva el problema de la cuarta categoría, se analizó la decisión del gobierno de eximir del impuesto a los viáticos que reciben este mes los trabajadores enrolados en los principales gremios transportistas, como camioneros, ferroviarios y colectiveros.

“Es un parche más”, dijo el dirigente camionero Octavio Argüello, integrante de la CATT. “El gobierno decidió sacarle retenciones a sectores poderosos como el campo y las mineras, y esos fondos deben pagarlos alguien. Por ahora, lo pagan los trabajadores”, sostuvo el dirigente consultado por Gestión Sindical. Según informaron desde el gobierno, la idea es eximir de Ganancias el pago de viáticos y otros ítems salariales, como las horas extra o los adicionales por feriado trabajado. Este tipo de pago tiene mucho impacto en el sector transporte, ya que los trabajadores suelen tener muchos días feriados y fines de semana, y eso termina tributando en el salario que percibe a fin de mes.

Sobre el proyecto de Ganancias que se debatirá en el Congreso, el gobierno todavía está trabajando para consensuar con el Frente Renovador y otras fuerzas, para intentar aprobar la reforma, llevando un poco de paz a su relación con los gremios, en especial con los transportistas. “No estamos conformes con la reforma, si no se toca la cuarta categoría no hay solución de fondo. Estamos complicados”, agregó Argüello. En este sentido, en el congreso de la CATT se advirtió que el año que viene cuando se discutan paritarias, otra vez muchos trabajadores serán incluidos en el impuesto. “Si cerramos un 18 por ciento, como piso, cerca de 1.500.000 de empleados van a tener que pagar Ganancias, incluso con la reforma que plantea el gobierno”, explicó Arguello. Además, hubo quejas porque ninguno de los proyectos consultó a los gremios.

La CATT fue uno de los sectores más duros durante la etapa final del kirchnerismo, y garantizó dos paros nacionales, para pedir por este tema. Durante el congreso, se confirmó que la semana que viene una comitiva de la confederación se reunirá con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el titular de Hacienda, Alfonso Prat Gay, para terminar de ajustar este tema. “La CATT siempre ha sido la punta de lanza de la discusión. Ratificamos el estado de alerta ya que vemos que el gobierno está corriendo el arco todo el tiempo en el Congreso”, disparó Schmid, al cerrar un congreso, que decidió mantener al titular en su cargo, ante los rumores de que habría un enroque y Omar Maturano (La Fraternidad) se quedaría con ese lugar.