Para evitar polémicas, la reforma laboral arrancará con el blanqueo

Para evitar polémicas, la reforma laboral arrancará con el blanqueo

Por ahora, no habrá cambios en las indemnizaciones. Es porque se decidió dividir la ley original.

Días atrás, al confirmar que no habría convocatoria a sesiones extraordinarias, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, envió la primera señal concreta de que el Gobierno estaba dispuesto a hacer concesiones para avanzar con la reforma laboral y adelantó que analizaba la posibilidad de dividir el proyecto original que fue al Senado "en varias leyes" y priorizar los puntos que más consenso tienen. Así, con el objetivo de aprobar el blanqueo laboral, en una primera etapa de debate, el Ejecutivo está dispuesto a resignar puntos clave que, si bien habían sido convalidados por los jefes de la CGT en noviembre, despertaban fuertes cuestionamientos en un sector de los gremios y dividían a la oposición.

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Según indicaron altas fuentes oficiales a Clarín, la Casa Rosada buscaría avanzar en un proyecto con tres ejes: el blanqueo laboral, la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud y la implementación de un Sistema de Prácticas Formativas. La propuesta va en línea con las declaraciones que realizó el sábado Héctor Daer, quien recordó que la CGT obrera venía "tratando 3 temas de los 4 que toma el paquete (de reforma laboral) que se propuso: el blanqueo laboral, la formación profesional y la agencia de tecnología médica".

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En efecto, aunque también es resistido por los gremios más críticos, el blanqueo es uno de los puntos que más consenso generó. Con más de 4 millones de trabajadores en negro,propone que los empleadores regularicen a sus trabajadores, a cambio de una condonación de deuda y de evitar acciones penales, infracciones y multas.

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Lo mismo ocurre con la capacitación y las pasantías. La solución que encontró el Gobierno con los gremios en noviembre fue establecer que no se pudiera superar los 12 meses de duración ni las 30 horas de trabajo semanales. Igual, es un tema espinoso porque reaviva el sistema de los 90. La moneda de cambio que utilizaría el oficialismo sería la creación de la agencia de salud, un reclamo de la CGT para evitar la judicialización de tratamientos rechazados por las obras sociales.

De este modo, en esta primera etapa, el Gobierno aceptaría no hacer cambios en los puntos que rozan la ley de contrato de trabajo. En especial, el recorte en las indemnizaciones y los cambios en el principio de irrenunciabilidad, por el cual actualmente un trabajador no puede ser forzado a renunciar a sus actuales condiciones laborales.

También se dejaría afuera la figura del "trabajador independiente", uno de los que más controversia suscitó ya que prevé que un trabajador independiente que cuente con la colaboración de hasta 4 trabajadores para llevar adelante un emprendimiento podrá acogerse a un régimen especial unificado que contemple un solo aporte mensual en concepto de seguridad social.

En tanto, pondría sobre la mesa de discusión, a consideración de los gremios, la creación del fondo de cese laboral. Este punto era objetado por algunos sectores porque contemplaba que los gremios -junto a las empresas- aportaran a un fondo con "el objeto de cubrir el preaviso despidos sin causa contempladas"

De esta manera, el oficialismo pondría en marcha su plan dedesguazar el proyecto original para desterrar la idea de una gran reforma laboral, que lo emparenta, entienden en Balcarce 50, con la regresiva reforma laboral brasileña. "Podrían ser dos o tres leyes", especuló un importante funcionario.

Según pudo saber Clarín de fuentes oficiales, el ministro de Trabajo Jorge Triaca trasladará formalmente la propuesta a los gremios ni bien regrese de sus vacaciones, el próximo lunes. Pero estará abierto, como ocurrió en octubre, a cada planteo de los jefes sindicales. Con algunos, las charlas irán en simultáneo con el inicio de la negociación paritaria.

Las conversaciones en el Congreso quedarán para más adelante: el jefe del bloque de senadores del PJ Miguel Pichetto ya le avisó al ministro del Interior Rogelio Frigerio que sin el aval de los gremios el peronismo no apoyará el proyecto. Aún pesa el temor que generó en su bancada las advertencias del secretario adjunto de Camioneros Pablo Moyano sobre una "nueva Banelco", en alusión al escándalo por las coimas durante el gobierno de Fernando de la Rúa. "Primero vamos a cerrar el tema con la CGT y después los vamos a convocar", indicaron desde Interior.

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