El Gobierno Nacional ya está en modo campaña. Eso se nota no sólo en las comunicaciones oficiales, las publinotas y los spots que circulan, sino también en aquellos que elige como adversarios a la hora de tener que encarar debates públicos. Y está claro que Hugo Moyano es uno de los "villanos favoritos" que desde la usina de ideas del ecuatoriano Jaime Duran Barba le sugieren constantemente a Mauricio Macri.

La historia comenzó el pasado 20 de junio, cuando el primer mandatario optó por mandar un mensaje a las mafias sindicales en lugar de recordar a Manuel Belgrano. Tildó de patoteros a Hugo y Pablo Moyano y los calificó de obstáculo para generar empleo.

El Presidente identifica en los los camioneros el mayor obstáculo para avanzar con la reforma laboral, que se frustró ya en dos ocasiones en el Congreso pese a contar con el aval de un sector importante de la CGT 

Ahora, en un nuevo capítulo de la batalla con tinte electoral, el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica se negó a homologar el acuerdo salarial que habían rubricado los Moyano con los empresarios de la actividad y estrictamente los mandó a dejar el texto por mesa de entradas del organismo.

El argumento es que la paritaria debe firmarse por 12 meses y que las partes convinieron un pacto por semestre. De fondo está la idea de alentar otro cruce mediático con Moyano a sabiendas que casi 200 mil trabajadores dependen de la lapicera de Sica para cobrar el 23% acordado.