Como un eslabón más de la actividad económica actualmente en recesión, el sector textil también recibió los coletazos de la crisis: este año, la demanda en esta rama de la industria cayó un 15%, según estiman los empresarios del sector.

El porcentaje es alto teniendo en cuenta que, en los últimos años, la industria textil gozó del viento de cola que inyectaron las políticas de protección oficial. Hoy, según la visión de los empresarios del sector, esa protección es un mito. “Es mentira que el sector textil esté sobreprotegido; es mentira que la ropa sea cara por la industria textil argentina. Es mentira que no exportamos y es mentira que no invertimos”, dijo el presidente de la Fundación ProTejer, Jorge Sorabilla.

El directivo habló así en el discurso de cierre de la 10° Convención Anual de la Cadena de Valor de la Agro Industria Textil y de la Indumentaria argentina que se desarrolló en el hotel Hilton, de Puerto Madero.

Por la mañana, en uno de los debates titulados “Derribando mitos”, el director ejecutivo de la Fundación Pro Tejer, Ariel Schale y la economista de la institución, Julieta Lousteau, coincidieron en que los países desarrollados son los que aplican “la mayor cantidad de medidas proteccionistas” para sus mercados internos y los que “mayores incentivos dan a sus industrias”.

En este marco, Schale dijo que actualmente, 35.000 medidas no arancelarias regulan y obstaculizan el comercio global, de las cuales sólo 495 corresponden al sector textil y precisó que “los principales países proteccionistas en la industria textil son China, Brasil y los Estados Unidos, mientras que la Argentina se ubica en el puesto 41, con sólo diez medidas que protegen al sector”, dijo.

Este tema, entre otros, le dieron a la reunión (que este año cambió el tradicional escenario de La Rural) un tono político más crítico que condescendiente con el accionar del Gobierno. Una prueba de ello, fue la presencia -en primera fila- de muchos empresarios opositores al oficialismo. Desde el titular de la Unión Industrial, Héctor Méndez hasta el diputado por el Frente Renovador, José Ignacio De Mendiguren.

Ayer, en su discurso, el presidente de ProTejer siguió en esa tendencia: “el sector textil es perfectamente viable y vigoroso cuando existe decisión política ”, dijo Sorabilla. Aunque advirtió que el atraso cambiario, la mayor cantidad de importaciones que de exportaciones, el aumento de los costos y las distorsiones de precios, hacen más vulnerable al sector textil.

Según Sorabilla, “resulta vital recuperar el ordenamiento macroeconómico que vuelva a instalar claros incentivos a la producción nacional”. También habló de la necesidad de una política comercial sustentable y un control aduanero mucho más riguroso.

Finalmente el dirigente empresario apuntó que “este año las acciones de la Fundación Pro Tejer están orientadas a recuperar el nivel de actividad sectorial, afectado por la caída del consumo”.

Ubicada entre el público que asistió al evento, la dueña de una pyme que elabora tejidos de punto en una planta de la zona Norte para luego venderlos en un comercio de Once, coincidió con la caída de la actividad: “este año, el mayor problema fue la caída de las ventas”, comentó refiriéndose al negocio “core” de su empresa: las telas para uniformes escolares. “Si la plata apenas alcanza para comer“, graficó la empresaria.