El paro docente mostró una marcha masiva, pero una adhesión dispar en las aulas

El paro docente mostró una marcha masiva, pero una adhesión dispar en las aulas

Los gremios nacionales lograron una fuerte movilización y repitieron su reclamo: discutir un salario mínimo para todo el país. En Ciudad y Provincia hubo clases en muchas escuelas públicas. En otros 5 distritos el impacto fue bajo. Hoy continúa.

La grieta que marca todos los paros docentes, esta vez, no fue tan grande. La habitual división de los chicos con uniforme empezando las clases y los de guardapolvo blanco esperando en sus casas ayer quedó un poco más desdibujada. Se dio sobre todo en la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y otros cinco distritos en los que la decisión de parar o no parar de los maestros registró variaciones y se definió escuela por escuela. Si bien algunos colegios estuvieron cerrados y sin actividad, otros funcionaron normalmente. En el medio, hubo distintos niveles de acatamiento y una importante cantidad de grados con docentes en las aulas. La contundencia de la protesta se manifestó, sin embargo, en la calle, con una gran marcha de los gremios nacionales.

A pesar de los matices de cada provincia, en total fueron cinco millones de alumnos y sus familias los que sufrieron trastornos por no saber, hasta último momento, si los chicos iban a comenzar el ciclo lectivo. Tanto que algunos docentes optaron por habilitar el whatsapp para comunicarse con los padres y avisarles por esa vía si concurrirían a trabajar.

Los alumnos que asisten a escuelas primarias y jardines de infantes estatales quedaron como rehenes de una disputa política entre el macrismo y los gremios afines al kirchnerismo, puja que derivó en el paro de 48 horas que continuará hoy. El gremio de los docentes privados, SADOP, adhirió a la medida de fuerza pero, como es habitual, en esas escuelas la medida casi no se sintió. Es una de las explicaciones para comprender por qué en el último año 20 mil alumnos se fueron de las escuelas públicas a las privadas en todo el país, según datos oficiales.

En algunas provincias el paro se sintió con menos fuerza, como Santiago del Estero, Mendoza, Salta, San Luis y Jujuy. El descuento de los días no trabajados y la quita del ítem de productividad (en el caso de Mendoza) fueron variables de juego. En el resto del país el acatamiento fue alto y tuvo un fiel correlato en la marcha masiva que salió desde el Congreso y concluyó después del mediodía en el Ministerio de Educación nacional.

Según los gremios, hubo unas 50 mil personas en la calle. Aunque según los cálculos de la Policía de la Ciudad, había unas 12.000. En la primera línea de la marcha iba uno de los secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña; el secretario general de la CTA, Hubo Yasky; el titular de Suteba, Roberto Baradel; y el titular de UTE-Ctera, Eduardo López.

“Emociona esta marcha, emociona este parazo nacional”, dijo la jefa de CTERA, Sonia Alesso, en el acto frente a la sede del Palacio Sarmiento. Y agregó: “Esta es una lección histórica: no nos arrodillamos. Esta marcha, de más de 50 mil maestros, debe hacer reflexionar al gobierno. Pedimos que cumpla con la ley y llame a paritarias”.

Los sindicalistas critican la decisión del Gobierno de no llamar a una paritaria nacional y reclaman al ministro Esteban Bullrich que cumpla con la Ley de Financiamiento Educativo. La pelea política -que como disparador tuvo ese primer cortocircuito- se profundizó con la falta de acuerdo salarial en la mayoría del país. La lupa recayó sobre todo en la provincia de Buenos Aires, que tiene a cargo la educación de casi el 40 por ciento de los alumnos argentinos y quedó como distrito de referencia, a falta de una mesa salarial nacional. La discusión sigue empantanada.

Macri inauguró ayer las clases en la localidad jujeña de Volcán y lamento el “oportunismo” de los gremios que hicieron paro. Sin embargo, hubo docentes que, si bien están de acuerdo con el reclamo, no se sintieron representados por la convocatoria.

En la Provincia la adhesión fue despareja. Se notó por el movimiento en las calles de las ciudades grandes del interior, con transportes escolares y guardapolvos a la hora de ingreso y salida de los chicos. En el Conurbano hubo distritos que tuvieron escuelas virtualmente cerradas, como La Matanza o Avellaneda. En La Plata, una recorrida de Clarín determinó que en la mayoría había actividad en algunas divisiones y en otras anticipaban acatamiento a la medida del Frente Gremial. Un relevamiento que llegó a las oficinas de la Gobernación determinó que el promedio de inasistencia en el sector estatal fue cerca del 45%. Para el gobierno porteños, “hubo más del 90% de escuelas abiertas”. En ambos distritos los gremios hablaban de 95% de adhesión.

En Mar del Plata, en la primaria N°25 las autoridades colgaron un cartel en el portón de ingreso: “Inicio de clases lunes 6”. Ayer, la directora, Mariana Becerra, explicó: “Vamos a seguir dando clases y también vamos a reclamar. Estamos de acuerdo con los reclamos, pero dejar a los chicos sin clases no es la forma”. En La Pampa ocurrió algo similar: en la escuela hogar Nº 176 de Chacharramendi el inicio de clases “fue con todas las ganas”, dijo la directora Rosana Pérez.

Este es segundo paro nacional (tres días suman en total) que CTERA y el resto de los sindicatos nacionales le hacen al gobierno de Mauricio Macri en su segundo año de gobierno. El anterior fue en agosto pasado. Durante los 12 años de kirchnerismo, hubo en total cuatro paros nacionales: el primero fue el 20 de mayo de 2005, para exigir la sancion de la Ley de Financiamiento Educativo; el segundo, 9 de abril de 2007, a los pocos días del crimen del maestro Carlos Fuentealba; y el 5 y 6 de marzo 2014 se convocó por primera vez a una huelga de 48 horas por falta de acuerdo salarial.

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