El paro docente tuvo mayor adhesión que en las últimas protestas

El paro docente tuvo mayor adhesión que en las últimas protestas

El frente gremial realizó la octava medida de fuerza del año, en reclamo de paritarias

 

Otra vez la discrepancia en torno de las cifras reinó en la primera jornada del paro por 48 horas que cumplieron ayer los docentes en la provincia de Buenos Aires. Mientras el gobierno de María Eugenia Vidal registró un acatamiento del 44% en las escuelas, los gremios insistieron en que un 90% de los maestros no fue a trabajar.

Más allá de la pelea por el nivel de adhesión entre los sindicatos y el gobierno, un dato es real: el paro tuvo mayor convocatoria que la mayoría de las seis huelgas realizadas en lo que va del año.

Según los registros que contabilizó en cada jornada la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, solo el 5 de marzo -fecha del inicio de clases- hubo una cifra más alta de acatamiento, con un nivel del 47 por ciento.

La adhesión fue, en cambio, del 40% en la huelga del 22 de mayo y, al día siguiente, el acatamiento rondó el 43%, entre las medidas de protesta de mayor impacto.

Según los registros oficiales, el paro del 6 de marzo tuvo un acatamiento del 37%, el 5 de abril hubo un cese de actividades del 40% y el paro del25 de abril registró una adhesión del 39 por ciento.

La medida de fuerza de ayer fue convocada por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (Udocba), en adhesión al paro de la CTA. Hoy, en la octava jornada de clases perdidas por los paros, seguirá la huelga en las escuelas de la provincia, con el respaldo del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) y de la Asociación de Magisterio y Enseñanza Técnica (AMET).

Las organizaciones gremiales exigen a Vidal que vuelva a convocar a la negociación paritaria. Hubo más de 16 reuniones a lo largo del año, pero todas fracasaron. La última oferta fue del 10% semestral, más presentismo, más la promesa de una nueva discusión en julio. Los gremios se negaron a aceptar esa propuesta, que salía de la lógica del 15 por ciento.

Vidal depositó de manera unilateral tres anticipos entre abril y junio, que en total sumaron un alza del 10% en los salarios, a cuenta del acuerdo que finalmente se pueda llegar.

La gobernadora estuvo ayer en una reunión de gabinete ampliado en la República de los Niños, con sus ministros, legisladores e intendentes aliados. Confía en que en el segundo y el tercer trimestre del año descenderá la recaudación a causa de la devaluación del peso. Espera además recibir información sobre el ajuste pedido por el FMI antes de volver a presentar a los gremios una nueva oferta salarial. "No hay peor oferta que la que no se puede pagar", sostiene la gobernadora.

Entre otros objetivos, Vidal apuesta a reducir drásticamente el ausentismo en las escuelas. Cada año, el Estado desembolsa $19.000 millones para pagar suplencias. Con ese dinero, estima que se podría mejorar rotundamente cualquier oferta salarial.

Los gremios rechazan esta modalidad para mejorar ingresos. Y el conflicto se tensa cada vez más: el martes próximo habrá un banderazo por la educación pública.

Por si esto fuera poco, los sindicatos ya evalúan no regresar a clases tras el receso de invierno.

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