No hay lugar para ambigüedades ni retrocesos. La estrategia es clara desde el principio y no habrá cambios. Si bien la negociación está en manos de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal , el presidente Mauricio Macritomó la confrontación con los gremios docentes como un combate sin tregua.

El jefe del Estado considera que detrás del enfrentamiento hay una "batalla" por el futuro.

Las palabras que ayer usó el Presidente para describir el conflicto con los maestros bonaerenses, que ya lleva un mes -sólo hubo seis días de clases en cuatro semanas-, fueron deliberadas y con un objetivo claro: mostrar que el Gobierno subió al ring a una parte de los docentes, a los que acusa de convertir la educación pública en un botín de guerra político partidario. "No tenemos que detenernos frente a aquellos que quieren que este cambio no avance", dijo Macri, con Vidal al lado. La gobernadora usó una terminología similar: "Mi pregunta es si queremos dar las peleas en serio o queremos volver a lo de antes", afirmó. Vidal tiene indicios de que el nivel de acatamiento a los paros descendió esta semana y deslizó que es cada vez más débil, con una adhesión del 35%. El ministro Hernán Lacunza dijo que bajó del 60% al 30%.

En la Casa Rosada, la hoja de ruta es simple. Vidal tiene la responsabilidad de convocar al diálogo -eso no cambiará aunque avancen con una "medida legal"- y de mostrar la "intransigencia" de los maestros, que tras un nuevo fracaso en las negociaciones decidieron parar ayer y hoy. Macri está a su lado, siempre respaldándola. De hecho, la primera actividad que tuvo tras regresar de Holanda fue con Vidal.

Ayer refrendó ese concepto: "Las batallas que estamos dando son las batallas por el futuro, por eso, gobernadora [Vidal], también la quiero volver a alentar, porque sé que estamos en una discusión de fondo cuando discutimos que queremos mejorar la calidad de la educación pública, porque eso es lo que iguala oportunidades".

"Es una pelea que estamos dando juntos. Nosotros somos esto, somos firmes con nuestras propuestas", dijo a LA NACION uno de los hombres de confianza del Presidente.

Durante su discurso ayer, Macri también les hizo un guiño a los docentes que no adhirieron a las medidas de fuerza, que según el Gobierno son la mayoría. "La educación pública de calidad es lo que hace que todos los chicos en este país tengan las mismas oportunidades, por lo cual este debate queremos que llegue hasta el final, porque queremos realmente darles herramientas a nuestros maravillosos docentes para que puedan ellos a la vez transmitírselas a nuestros chicos para que consigan los mejores trabajos del siglo XXI, porque ése es el desafío si queremos reducir la pobreza", explicó el Presidente.

Desde el Gobierno también aseguraron que los gremios son parte del problema estructural que atraviesa la Argentina en materia de educación, algo que se vio reflejado en los resultados que dio a conocer Macri con la evaluación Aprender. Y cuestionaron la representatividad que tienen. "Hoy, más del 70% de los docentes dieron clases", aseguraron fuentes oficiales.

Como lo anunció Vidal, en pocos días los maestros que participaron de las medidas de fuerza verán "las consecuencias" en sus recibos de sueldo. "Se les descontaron los días. Nosotros vinimos a hacer las cosas que dijimos", sostuvieron cerca del jefe del Estado.

Además de Macri, Vidal también les marcó la cancha a los sindicatos. "Siento que desde hace varias semanas los dirigentes gremiales dejaron de discutir salario y empezaron a hacer política partidaria y gremial. Llevamos diez reuniones formales, seis propuestas cada una mejor que la otra, incorporando lo que ellos pedían, y la respuesta fue el paro de hoy y mañana", dijo Vidal en declaraciones a Radio Mitre.

Y, según aseguró, el comportamiento de los gremios está relacionado con el año electoral. "No puedo más que entender que la intransigencia gremial tiene que ver con cuestiones partidarias, porque piensan que la extensión de un conflicto puede desgastarnos políticamente", describió Vidal.

La mandataria bonaerense sostuvo que "la gente votó un cambio" y que si hubiese querido lo mismo que sucedía antes de que se hiciera cargo del Ejecutivo provincial, "lo hubiese votado a Aníbal Fernández". Y añadió: "No es una actitud dura, es firme. Vengo a hacer lo que durante años nadie quiso enfrentar, peleas que nadie se animó a dar. La gente espera que yo dé esta discusión, aun cuando me vaya mal".

Tras los dos días de paro convocados para ayer y hoy, el gobierno bonaerense volverá a citar a los gremios para buscar una solución, aunque las esperanzas son cada vez más escasas. Por eso, aunque lo nieguen públicamente, Vidal trabaja en una solución legal. El decreto no está descartado, según reconocieron fuentes de la Casa Rosada, pero la decisión final es de Vidal.

En el próximo encuentro, el gobierno de Vidal volverá a insistir en la discusión sobre el presentismo y trabaja para mejorar la última oferta. Una posibilidad en evaluación es subir el bono no remunerativo de 500 a 1000 pesos.