La conducción de la CGT regional Mar del Plata prometió que el nuevo paro general que se impulsa para el 29 de mayo será "más contundente" a raíz del contexto de crisis que se "agrava" en el país.

Tras el anuncio que hizo la cúpula nacional, el Secretario General de la central obrera a nivel local, Miguel Guglielmotti, reconoció que el anuncio de esta medida de fuerza se esperaba desde hace varios meses, tal como planteó en otras oportunidades.

"Somos consecuentes a lo que manifestábamos ya desde el año pasado. En 2018 tuvimos dos encuentros junto con otras regionales para impulsar los dos paros que se llevaron adelante el año pasado y seguimos sosteniendo la misma línea", afirmó, a 0223.

El dirigente consideró que la huelga tendrá un efecto "más contundente"por la "masividad" de las organizaciones que la convocan y "porque la crisis se viene agravando más día a día".

"Todas las variables económicas vienen generando un fuerte retroceso hacia la clase trabajadora y la población argentina, a través del tarifazo, el endeudameinto y  las políticas de ajuste que proponen los organismos internacionales de crédito y llevan a esta determinación", analizó.

Sobre la decisión de movilizar, el referente gremial aclaró que Mar del Plata se plegará a lo que decida la cúpula nacional, que en principio ya deslizó que no prevé organizar una marcha para el 29 de mayo.

Guglielmotti confió que en el transcurso de la próxima semana, con otras definiciones sobre la mesa en torno a la modalidad que se implementará para este paro general, se reunirán los distintos representantes de organizaciones sindicales y sociales en la ciudad para planificar la jornada en el plano local.

La CGT ya realizó cuatro paros generales en lo que va de la gestión de Macri. El primero fue el 6 de abril de 2017, por reclamos contra la política económica; el segundo, el 18 de diciembre del mismo año, en protesta por el proyecto de ley de reforma previsional que finalmente aprobó el Congreso; el tercero, el 25 de junio de 2018, donde el reclamo principal fue la reapertura general de paritarias sin ningún tipo de tope luego de la devaluación de mayo. Y el último tuvo lugar el 25 de septiembre, como señal de  rechazo al rumbo económico de la gestión de Macri y al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).