El conflicto por despidos y no renovación de contratos en el ministerio de Educación continúa incrementándose. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) declaró anoche un paro por tiempo indeterminado en esa dependencia. Deslizaron también que habrá movilizaciones y cortes de calle para reforzar la protesta. La apuesta gremial se fortificó a la inversa de la mesura del Gobierno para al menos proponer un diálogo con vías de resultados. En la víspera se realizó el abrazo solidario al Palacio Pizzurno, que convocó a un núcleo de organizaciones de trabajadores y sociales, entre ellas la Tupac Amaru de Milagro Sala, para repudiar los 400 despidos y los 2.600 contratos que no se renovarán en esa cartera. La ocupación pacífi ca de la sede ministerial, dará lugar a medidas con mayor rigor, a fi nes de esta semana o la próxima. Quienes negocian desde el Gobierno, ante el período de vacaciones que tomó el ministro Esteban Bullrich, se reparten entre quienes “no tienen poder de decisión” en ese ministerio o la variopinta consideración que revela la cartera de Modernización de Andrés Ibarra hacia los planteles de trabajadores ministeriales. En síntesis, en ninguna otra cartera se definieron la cantidad de cesantías que en el ministerio de Bullrich.

Ven una relación directa entre las 400 cesantías

los 2.600 contratados y la paritaria federal

Razones, en off, se multiplican. Para dar algunos ejemplos, los planteles técnicos donde todavía sobrevive personal del gobierno anterior, se mantienen desde la imposibilidad que tuvo Cambiemos para ocupar todos los puestos que necesitaba cubrir para su gestión. Lo cual le generó una solución momentánea de cobertura, pero también contar con empleados “heredados”. Trabajo, PAMI y otras esferas son ejemplo de lo descripto.

Durante la protesta de la víspera, la resistencia sindical, más allá de los paros definidos ofreció diferencias apreciables. Entre otras ATE paró y movilizó, Suteba y otros acompañaron, pero UPCN se reafirmó en su huelga por tiempo indeterminado sin participar del abrazo.

El conflicto por los despidos, tampoco es un caso aislado, consideran. Integra el combo de la “devaluación” de la paritaria federal que anunció el ministro Bullrich, cuando no solo confirmó el anticipo de este diario a tal efecto, sino que remarcó que “cada provincia” sería la responsable de sus números a la hora de fijar el ingreso mínimo.