Le pasan factura a la empresa que dañó el acueducto

Le pasan factura a la empresa que dañó el acueducto

El EPAS hará cargo a la contratista de los gastos que demandó la reparación de la rotura.

 

Además de dejar a miles de vecinos sin agua durante más de tres días, la rotura de un acueducto en el sector este de la ciudad ocasionó un despliegue de operarios y un costo para el Ente Provincial de Agua y Saneamientos (EPAS) que deberá ser afrontado en el futuro por la empresa de servicios que ocasionó el desperfecto.

El presidente del EPAS, Mauro Millán, informó que una vez que se solucione el inconveniente en el acueducto del sistema Río Grande “se le rendirán los costos de la operación al comitente”. Así, la empresa que generó la rotura deberá cubrir las complejas obras de reparación que realizaron los operarios del EPAS para restituir el suministro a miles de vecinos del este de la ciudad. Aún se desconoce el monto que implica este tipo de tareas.

Desde el organismo informaron que ayer por la mañana se logró drenar la zona para detectar la cañería averiada y reemplazarla. Sin embargo, aún llevó más tiempo desarrollar la presurización, que implica alcanzar la presión de agua necesaria para que el agua llegue a los hogares, algo que ocurriría en horas de esta madrugada.

El desperfecto se ocasionó el martes por la mañana y perjudicó no sólo a los hogares particulares sino a diversas instituciones que se emplazan en ese sector. Más de 60 escuelas tuvieron que suspender las clases ayer durante los tres turnos porque no contaban con el servicio y los camiones cisterna del ente tuvieron que proveer de manera constante al Hospital Castro Rendón, que funcionó de forma limitada en los últimos días.

Desde la Municipalidad informaron que también prestaron sus camiones cisternas para proveer a centros de salud privados, salas velatorias, el Museo Nacional de Bellas Artes y las oficinas de AFIP, entre otros espacios que pudieron abrir sus puertas a pesar de la falla que afectó a gran parte de la zona céntrica.

En algunos sectores de la ciudad, el problema motivó la baja de presión en el servicio, por lo que los vecinos podían seguir realizando sus tareas diarias. En otros puntos, en cambio, el suministro estaba totalmente cortado, por lo que las comisiones vecinales entregaban bidones para que los habitantes del barrio tuvieran agua para consumo.

En barrios como Villa María o Belgrano, la avería motivó el cierre de escuelas, bibliotecas y sedes del Registro Civil, entre otras instituciones.

Reparten bidones en las vecinales

Después de tres días sin agua, las comisiones vecinales del este de la ciudad vivían una jornada de intensa actividad. Desde el miércoles, el Gobierno anunció que Defensa Civil iba a repartir botellas y bidones para que los habitantes de los sectores afectados tuvieran agua para consumo y la demanda no tardó en aparecer en los centros barriales.

“Tenemos una demanda muy alta, viene gente incluso de otros barrios”, expresó Carlos Canales, integrante de la comisión de fomento de Villa María, mientras entregaba un bidón de cinco litros a una vecina que había llegado con su carrito de hacer las compras. Según estimaron, fueron cerca de 700 las familias de distintos puntos del este neuquino que les agradecían la gestión para conseguir el recurso.

“No vienen enojados porque saben que no es un problema que apareció por culpa nuestra, nos agradecen que les demos los bidones”, indicó el vecinalista.

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