Pasó Irma y apareció la gobernadora María Eugenia Vidal

Pasó Irma y apareció la gobernadora María Eugenia Vidal

Finalmente, el escenario pos PASO y la irrupción en la escena informativa del huracán Irma permitieron que las inundaciones que desde hace meses afectan a decenas de distritos de la provincia pasaran a formar parte de la agenda cotidiana de la política bonaerense, porque muchos dirigentes tanto del oficialismo como de la oposición, parecieron descubrir esta semana que la provincia estaba inundada.

 

Desde el lado de Cambiemos se destacó a lo largo de toda la semana la presencia de la gobernadora María Eugenia Vidal en distritos del noroeste de la provincia, la zona más complicada por las condiciones climáticas de las últimas semanas y porque forman parte de la caída natural de la región centro del país, por lo que los anegamientos podrían extenderse durante varios meses más.

Lo que omiten en el oficialismo es reconocer que algunos distritos, como el de General Villegas, hace 15 meses que tiene más del 60 por ciento de su territorio bajo el agua y que hoy la región vive una verdadera "guerra del agua" con denuncias penales cruzadas entre distritos y hasta intervención de las fuerzas de seguridad en el caso de los límites territoriales con la provincia de La Pampa.

Para mostrar acción, el gobierno organizó una ronda de consultas con los intendentes de todos los municipios para que brinden un informe del avance de obras, en dónde por supuesto que la cuestión hídrica fue protagonista saliente, sobre todo para los distritos que forman parte de la cuenca del Río Salado.

Según especialistas, la solución real del problema requiere de una inversión de por lo menos 20 mil millones de dólares y al menos 7 u 8 años de trabajos ininterrumpidos, una cifra que parece exagerada, pero que se vuelve casi irrisoria cuando se considera que según estimaciones de Carbap las pérdidas de la provincia para este año ya superan los mil millones de dólares y por la muerte de ganado la crisis podría profundizarse en los próximos dos años.

Pero además las entidades agropecuarias vienen reclamando por una rebaja en la presión impositiva, incluso desde antes de que las lluvias comenzaran a hacer estragos en las zonas productivas, con consecuencias todavía inconmensurables.

En el plano político también la gobernadora hizo su reaparición, otra vez de la mano de los jefes comunales, en un nuevo foro que se desarrolló en San Isidro, para dejar en claro que Cambiemos detenta una organización sólida, sin fisuras y con cada vez mayor capacidad de respuesta ante la convocatoria de Vidal.

Además, con las obras en marcha, ahora los dirigentes encaran las críticas de otra manera y con estadísticas en mano advierten que en menos de 2 años se está avanzando casi lo mismo que en 28 de gobiernos peronistas.

El peronismo y los peronistas con la mira en 2019

Sabiéndose perdedores, sobre todo tras las primarias, Florencio Randazzo y Sergio Massa intentaron minimizar la falta de apoyo del electorado instalando la idea del "proyecto a largo plazo", que no pone en discusión modelos de gestión en estas elecciones legislativas porque Mauricio Macri seguirá siendo el presidente hasta el 2019.

Ambos coinciden en que el peronismo debería ser un eje fundamental a la hora de generar nuevas mayorías y hasta circularon rumores de un acuerdo que ya estaría cerrado para que los dos candidatos a senador nacional de Cumplir y 1País se hagan cargo de la recomposición de las líneas de acción política de cara a las presidenciales mientras que algún dirigente de peso, pero sin aspiraciones personales de protagonismo se ocupa de reconstruir el PJ.  Para esta última tarea, por el momento solo circuló el nombre del ex presidente Eduardo Duhalde.

Pero todo plan de reconstrucción del peronismo necesita de retirar a "la jefa" Cristina Fernández de Kirchner, que esta semana dejó en claro durante una inédita entrevista que estaría dispuesta a dar un paso al costado si representa un obstáculo para la unidad y el triunfo del peronismo en 2019.

Durante el reportaje, la ex presidenta no esquivó a ninguno de los temas que le planteo el entrevistador y se permitió avanzar unos pasos más en el desconocido terreno de la autocrítica, aunque limitándose a las formas, los tonos y el cansancio que eso podría haber provocado en una parte de la población.

Fue claro que por primera vez en mucho tiempo Cristina no les hablaba a los propios, pero tampoco desafiaba a los electores del macrismo, sino que más bien le dedicó al menos la mayoría de las respuestas al segmento de votantes que la abandonaron desde el histórico 54 por ciento del 2011 a esta parte.

Y sin dudas que el grueso de ese sector, hoy abreva en los espacios que conducen algunos de los ex funcionarios de Cristina, que además deberán disputarse la avenida del medio y el relato anti polarización, que amenaza con extinguirlos aún antes de llegar a octubre.

Mientras tanto un grupo de intendentes espera jubilar a los tres candidatos después del triunfo de Esteban Bullrich, para comenzar una reconstrucción “en serio” del peronismo, para lo cual creen necesario prescindir de todos los dirigentes que formaron parte de las primeras líneas del gobierno anterior, algo que en el caso de la ex mandataria solo será posible en un escenario de derrota frente al oficialismo.

Algunos ex integrantes del Grupo Esmeralda consideran que sin Cristina disputando el primer lugar, la unidad del peronismo es cosa de un par de semanas, y que un peronismo unido, con participación de todos los sectores a nivel nacional sería imbatible en el 2019 y a eso comenzaron a apostar durante esta semana.

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