Por un lado, los hijos y nietos del primer matrimonio, los que estuvieron desde el principio acompañando a Medina en la conducción sindical, embanderados detrás de Cristian "Puly" Medina, también detenido; por el otro, la familia de Fabiola García, su actual mujer, que ganó una gran participación dentro del gremio y se transformó en la mano derecha del "Pata".

Los primeros, aseguran que una "mente maliciosa" se encargó de fracturar al Movimiento, "inventando causas a los compañeros para echarlos o mandandolos a lastimar porque pensaban distinto". Se refieren a García, a quien acusan de ensuciar al gremio con las irregularidades en el servicio de catering que ella manejaba. A su vez, Braian Medina, nieto del "Pata", agradeció a los más de 70 delegados y a las 14 agrupaciones que hoy los respaldan: "En este contexto crítico, logramos que 800 compañeros se inserten laboralmente en obras", expresó.

Los segundos acusan a "Puly" de querer destronar a su padre: "Él y su gente están usando esta desgracia para armar su propio puestito", advirtió una dirigente en las redes sociales, muy cercana a Fabiola. Resaltaron que el único conductor es el "Pata".

A pesar que Medina siempre pregonó la unidad, cuando quedó privado de su libertad, las líneas de abajo se enfrentaron por el poder. El audio que acompaña la nota es un fiel reflejo de la fractura: una de las hijas del "Pata" le marca la cancha a su hermanastra.

En este contexto, ambos sectores dicen responder a Juan Pablo Medina. Ambos le juran lealtas. Ambos acusan a los otros de traidores. Ambos aseguran que no van a bajar los brazos hasta recuperar la libertad de su líder.

De este modo, los ánimos están muy caldeados en Ensenada, La Plata y Berisso, los lugares de influencia de la UOCRA. Reuniones, asambleas, contraasambleas, discusiones y una guerra fría que está a punto de pasar a la siguiente etapa.