El peronismo mostró su poder de fuego unido y descoloca la estrategia macrista

El peronismo mostró su poder de fuego unido y descoloca la estrategia macrista

El kirchnerismo, el massismo y casi todo el PJ federal lograron restarle lugar al oficialismo en el Consejo de la Magistratura. Fue un día después de la aprobación del Presupuesto. Cambio de clima. Y otro escenario para la idea oficialista de pelear sólo con CFK

La jugada del conglomerado peronista en Diputados fue fulminante: ganó una partida que algunos referentes del oficialismo no registraban en su pantalla y le hizo perder espacio a Cambiemos en el Consejo de la Magistratura. Además de los efectos prácticos en ese organismo, la movida encabezada por el kirchnerismo y el bloque de Sergio Massa proyecta un oleaje político seguramente mayor. Derrota macrista, sin dudas. Y batalla que anticipa la disputa electoral, también. Los días que vienen dirán hasta qué punto llega la unidad peronista, luego del triunfo saboreado especialmente en el círculo de Cristina Fernández de Kirchner. Esa fue la postal de ayer.

Ese realineamiento parece una vuelta de página inmediata luego de la aprobación del Presupuesto. Resultaba razonable suponer que esa sanción -es decir, la coronación del proyecto después de dilatadas y trabajosas negociaciones- expresaba el último acuerdo político de fondo antes de entrar en el año electoral. Apenas unas horas después de la votación en el Senado, la designación de los representantes del Congreso en el Consejo de la Magistratura estaría exhibiendo que el pronóstico era desacertado.

La primera lectura, sin considerar otros factores, expone un golpe rápido para el Gobierno después de haber conseguido un éxito legislativo considerado central luego del acuerdo con el FMI y del compromiso de fuerte ajuste del déficit. El rechazo del Presupuesto habría sido sin dudas demoledor no sólo por la imaginable reacción de los mercados, sino por sus estribaciones en un cuadro económico y social delicado.

También analizado del mismo modo, como una partida restringida al tablero político, el éxito más claro en Diputados fue para dos.

El massismo logra aterrizar en el Consejo de la Magistratura por primera vez. Y lo hace con una figura fuerte: Graciela Camaño, que al frente del bloque es una de las principales impulsoras de las posiciones más duras frente al Gobierno.

La diputada Graciela Camaño llega al Consejo de la Magistratura

El kirchnerismo también celebra. Tomó revancha de la derrota reciente por el Presupuesto: logró mostrarse como cabeza de la jugada y además dio otra señal de afirmación de La Cámpora como núcleo del armado de la ex presidente. En lugar de Rodolfo Tailhade, ocupará un asiento Eduardo "Wado" de Pedro: cambió una pieza de batalla por un operador destacado y referente de la organización.

El PJ federal, envuelto en tensiones domésticas, finalmente acompañó y se quedó con una suplencia. En rigor, las discusiones habían estado en el Senado, donde de todos modos no cambió el reparto en lo que hace al Gobierno. Miguel Angel Pichetto, luego de contener mayores emigraciones, al menos en esta coyuntura, volverá al Consejo, fruto de una negociación que incluye al bloque santiagueño. Será acompañado por Ada del Valle Itúrrez. La UCR conservará una plaza, del mismo modo que el PRO por los diputados.

El senador Miguel Angel Pichetto vuelve al Consejo de la Magistratura

Conocida la resolución en el Senado, la expectativa del oficialismo estaba puesta en la otra Cámara. Allí, terminó perdiendo un lugar en el reparto. En el ala judicial del Gobierno creían que la ofensiva kirchnerista no tendría éxito. No midieron, o lo hicieron tarde, la señal del massismo y luego el respaldo de buena parte del PJ más o menos alineado con los gobernadores.

Ese fue el otro dato saliente: los jefes provinciales del PJ acompañaron en silencio o activamente la convergencia en el archipiélago peronista. Una versión indica que fracasó un pedido de Mauricio Macri a Juan Schiaretti. Otra, dice que la gestión estuvo a cargo de un funcionario. Como sea, el gobernador cordobés finalmente avaló la operación que dejó en minoría a Cambiemos.

Desde el punto de vista práctico, muy difícilmente el Consejo tenga chances de resolver las cuestiones más densas, en primer lugar la activación de los mecanismos para la destitución de jueces. Ese requiere mayorías especiales, de dos tercios, que nadie en principio podría alcanzar. En medios políticos y cercanos a la Justicia, ese solo dato era considerado unmensaje de alivio hacia algunos jueces federales. Se verá, más allá de esta etapa electoral.

¿Cambio de clima político? La señal de ayer es significativa, sobre todo si el cuadro es contrastado con las últimas votaciones en el Congreso. El Presupuesto había cosechado 138 votos a favor en Diputados, treinta más de lo que el oficialismo reúne como interbloque. Y en el Senado, registró 45, cifra que Cambiemos redondeó con el aporte de quince legisladores peronistas y media docena de provinciales.

Un interrogante más difícil de responder alude al impacto más allá de los límites formales de la política. Difícil saber qué interés social despierta y cómo es procesado. Por supuesto, el camino electoral recién está comenzando. La idea de la pura y circunscripta pelea del peronismo unificado con el Gobierno no seduce como estrategia definitiva a todo el peronismo. El kirchnerismo y algunos aliados trazan esa línea. Los gobernadores, en general, ponen como primer objetivo garantizarse sus territorios, y luego armar un espacio nacional. Massa sigue diciendo que la ex presidente no entra en este tejido.

Con todo, la imagen de ayer en Diputados fue la de la confluencia general para cargarle una derrota política a Macri. La primera respuesta del oficialismo fue más que cauta. ¿Efecto del mal cálculo político? ¿Reparto de culpas, en especial sobre el área de los operadores judiciales?

En rigor, algunas cuestiones sin respuesta eran previas al mal trago por el Consejo de la Magistratura. Es sabido que existen cuestionamientos –amortiguados, hasta ahora- a laestrategia de la confrontación exclusiva con la ex presidente.

El peronismo está lejos de resolver sus disputas. Nadie aseguraría que el gesto de ayer es un anticipo de unidad, que tal vez nunca se produzca. Pero alcanza para mostrar su poder de fuego en conjunto. Es un dato que el oficialismo tal vez registre en estas horas, pasada la etapa de los compromisos con los gobernadores. Ellos mostraron que las líneas pueden ser cruzadas.

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