Estuvieron Diego Bossio, integrante del bloque Justicialista; Graciela Camaño, jefa del bloque del Frente Renovador, Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados; Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos y Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque de senadores del FpV-PJ. Todos coincidieron, más allá de sus diferencias, en la búsqueda de consenso. Incluso Monzó, que a veces marca alguna diferencia con el discurso de su propio gobierno, anunció que "el 23 de octubre se termina la polarización que hizo mal a la Argentina, vamos a trabajar buscando consensos con la oposición". Eso sí, Monzó admitió que esa polarización (macrismo vs kirchnerismo) "nos viene muy bien, no nos vamos a quejar del temor al pasado". Pero también recordó que en el Congreso se consensuó un centenar de leyes y pidió recuperar "un espacio reservado para sincerarnos" en referencia a charlas privadas en el Parlamento, entre representantes de distintas fuerzas, para acordar algunas leyes.

Graciela Camaño

Camaño, única mujer, alertó respecto a "la legitimidad que van a lograr el 22 octubre los candidatos" porque "algunos suponen que se puede ir por todo y ahí es donde la Argentina e vuelve pendular, ahí es donde lo que se consigue en materia de cambios no tiene continuidad". "Es imposible imposible pensar un país sustentable si no nos ponemos de acuerdo en eliminar las practicas pendulares de la política que someten al país, eso solo se logra con consensos sociales y políticos", advirtió en un tono más fuerte y cuestionó que "el hartazgo al gobierno anterior habilita que todo sea posible" porque, fundamentó, "por estos días no se toman las críticas de la oposición". "Espero que después del domingo la crítica sea bien aceptada, bien vista", solicitó.

Mario Negri

A su turno Negri aseguró que "hubo consenso y va a haber consenso, no somos mayoría así que el gobierno no puede tener el capricho de pedirnos cualquier cosa" y agregó que están convencidos en Cambiemos "porque no somos dueños de la verdad ni expresión del lobby de ningún sector".

PUBLICIDADinRead invented by Teads

El primero en responder a la propuesta de intercambio de ideas del moderador Marcelo Longobardi, fue Bossio que un rato antes se había reunido con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, con quien en ocasiones acordó acompañar leyes del Ejecutivo en el Congreso. Urtubey, Bossio y Pichetto, entre otros, están hoy en el ala más dialoguista del justicialismo y trabajando en una renovación partidaria sin Cristina Kirchner. Bossio hasta bromeó: "Nos vamos a poner de acuerdo, acá todos somos compañeros, excepto creo Negri", en referencia a que aún en distintos bloques todos los integrantes del panel tienen origen en el Partido Justicialista, incluso Monzó. E intentó tranquilizar a su auditorio porque "nace el oficialismo con vocación de poder pero a partir del 22 de octubre nace una oposición distinta y va a estar liderada por gobernadores y por muchos jóvenes y no tan jóvenes".

Monzó incluso reivindicó el rol de Pichetto en el Congreso "ha sido 'el' hombre en Congreso", resaltó.

Miguel Ángel Pichetto

De todos modos Pichetto, el último en exponer, sonó bastante crítico y expresó preocupación por el empleo y "el escenario fabril de las pequeñas empresas, la pérdida de competitividad, el ingreso de manufactura china muy barata que provoca fuerte conflictividad social". Por eso solicitó al Gobierno que escuche a la oposición: "Tiene que tener la inteligencia de llamar al diálogo" para consensuar transformaciones como la policial para "tratar de encontrar un camino que nos saque de la brecha que el gobierno también alentó". Por si quedaba alguna duda, que a esta altura no debe haber, Pichetto insistió en "salir de la brecha, la radicalización, salir de minorías que dominan la calle y el conflicto y no tienen votos" y en cambio avanzar hacia "una articulación del diálogo económico y social con los trabajadores y empresarios apuntando al crecimiento y las inversiones". "Nos preocupa hablar de cómo se crece y hacemos más competitiva la argentina", le dijo al Coloquio de IDEA cuyo salón, en la previa a la llegada del presidente Mauricio Macri, se colmó nuevamente.

Otro punto común fue cómo lograr el consenso. Bossio habló de buscar "una metodología para discutir estos temas como la pobreza, no lo vamos a resolver con maquillaje, no con asfalto, necesitamos reformas que perduren en el tiempo, estamos dispuestos a debatir lo que haya que debatir. Hay quienes ponen palos en la rueda y quienes se sientan a trabajar", señaló hacia adentro el peronismo.

Pichetto en cambio propuso leer al Perón del 74, renovar el peronismo "con las figuras interesantes que tiene" y recuperar una visión del país de centro. Hasta elogió a algunos sindicalistas como Julio Piumato y Guillermo Pereyra, de Judiciales y Petroleros, y propuso un consenso político, empresarial y social. Antes del cierro devolvió gentilezas y dijo que Monzó es una figura "fundamental" en Diputados para el diálogo