Quienes seguimos de cerca el panorama político nacional miramos con precaución el incesante fluir de información que la veloz comunicación 2.0 impuso desde hace rato a la política nacional.

Durante la semana que pasó, gran parte de la dirigencia (sobre todo la de Cambiemos) desapareció de las grandes ciudades y aprovechó el feriado del lunes para descansar tras unas intensas (aunque aburridas y muy coucheadas) elecciones primarias.

Pero siguieron los cónclaves, las roscas y los debates sobre el resultado del domingo. En una mesa de café se encontraron Jorge Taiana, Emilio Pérsico y Fernando Navarro. Se respetan, se aprecian y además, por supuesto, coincidieron en la necesidad de buscar nuevos paradigmas para analizar la dinámica electoral, muy disociada de lo social. La salida con boleto de regreso abierto que tomó el ex canciller dejó sabor a hiel en el Movimiento Evita, pero no puso a los tres referentes en caminos opuestos, todo lo contrario.

En ese contexto ocurren muchas reuniones entre referentes de espacios diferentes. Massistas hablan con peronistas de diverso pelaje, y randazzistas también comparten largos devaneos con sectores sociales que tienen un fuerte protagonismo en el escenario callejero. Quienes acompañaron a Cristina Fernández de Kirchner en las PASO confían en que finalmente se impondrán sobre Cambiemos. Sin fe y confianza es casi imposible ganar una campaña, eso se sabe.

Este portal pudo confirmar que lo que en medios digitales se daba como una gran noticia, tan sólo se trató de una de las primeras maniobras de la política nacional tras las PASO. “No hay acercamiento del ME a Unidad Ciudadana, sino la reafirmación de que el Frente Justicialista va a volver a competir y va a sacar más votos”, aseguraron desde el sector que conduce Pérsico.

Incluso Taiana habría pedido la reunión para expresar su interés de participar de la marcha del próximo 22 de agosto desde algún lugar de alta exposición. En criollo, quiere estar en el palco, llevar la bandera principal, como lo hacía en tiempos pretéritos . Considera que el mayor problema que tiene el gobierno para avanzar en nuevas reformas de corte neoliberal es la confluencia del arco social más dinámico, y no la mera conjunción del arco político incondicional de CFK. Y eso sólo lo podría lograr con algún acuerdo con el Evita, sector que articula desde cierta centralidad a todo el espacio social que acompañará a la CGT el próximo martes, en un acto que muchos anticipan que será histórico.

Taiana quiere estar en la primera fila, sabe que UC necesita el aporte de los sectores que asumen el protagonismo en la calle aunque en el plano electoral parecen todavía no encontrar la síntesis que los unifique.

Lo social, la pelea social, no corre detrás de la política, como presupone erróneamente cierta pequeño burguesía que derrama lágrimas de emoción escuchando los floridos análisis de Jorge Asís, bellos, metafóricos y bien narrados. Son un excelente reflejo del clima de época. Pero carecen de profundidad, se lo impide la telepolítica, el ritmo de videoclip, y sobre todo sus superficiales teorizaciones que ponen el carro por delante del caballo: como si lo político reflejara lo económico y lo social, y no al revés.

Es que en la imaginación del gran Turco Asís (comentarista de moda si los hay, como ya dijimos) el mundo se reparte entre hombres y mujeres que tan sólo hacen política. Empresarios y trabajadores aparecen como piezas de un tablero de ajedrez que utilizan los vivos y los zonzos, ni siquiera los buenos y malos. Para Asís, al fin de cuentas, todo es igual, nada es mejor , como en el tango más famoso de Discépolo.

Dicho de otro modo: en ese marco analítico, el periodista por el que ahora babean cristinistas en etapa de descubrimiento del otro cultural, el devenir social y económico sería fruto de combinaciones tácticas sobre un tablero de ajedrez donde las piezas estarían conformadas por el universo de lo político (tan sólo) , y el resto deviene en subalternidad, comentario a pie de página o asunto menor.

Con esa lógica, el portal de la bola, el rumor y las operaciones lanzó una supuesta abdicación de un sector en favor del (aprovechando que ya que trajimos a Asís a esta nota) “frepasito tardío”. Mañana, según quién sea el patrocinante podrá leerse lo contrario. O más o menos. Entre la telepolítica (es decir, el corazón de la práctica y el debate atrapados en la caja boba) y la posverdad, los meses venideros pueden llegar a ser peores que los anteriores.

En este país con altas tasas de inflación, desempleo y miseria, con unos magros treintipico de puntos se construyó consenso (en el periodismo que entra a los hogares), en torno de que hubo un sector ganador. Oka. La sensación en la calle no es de alegría, pero a sabiendas de ello la superestructura política dedica sus horas a rascar del fondo del tacho con artículos periodísticos. El peronismo debe hacer ya no sólo una autocrítica, sino también un viraje urgente, una reconstrucción que no tiene demasiado tiempo para esperar. De otro modo, Cambiemos, con sus más o con su menos, con sus fortalezas y debilidades, habrá logrado, por fin, arrojarlo hacia un espiral descendente donde lo peor todavía estará por venir.