Pesada herencia: con el esquema actual, el gas subiría cerca de 60%

Pesada herencia: con el esquema actual, el gas subiría cerca de 60%

Desde el Frente de Todos proponen desdolarizar y revisar costos en el sector energético

 

El esquema tarifario instaurado por el actual Gobierno y las medidas para evitar que su impacto se sienta durante los meses de campaña electoral dejaron una bomba destinada a detonar en enero. Tras el salto cambiario que generó la corrida posterior a las PASO, el precio mayorista del gas, que constituye la mayor parte del precio final y está dolarizado, podría subir más del 60%. A eso se sumará el impacto del 22% de las tarifas de los meses de invierno que fue diferido y se pagará a partir de diciembre. Pese a que aún no está definido quién sería su secretario de Energía, los equipos técnicos de Alberto Fernández trabajan en un plan al respecto.

Días atrás, el Ejecutivo oficializó la postergación para enero de la próxima revisión semestral de la tarifa de gas, que debía realizarse en octubre, el mes de las presidenciales. El tarifazo pasado, implementado en abril, fue del 29% pese a que la actualización contempló los seis meses previos, en los que el dólar había subido sólo 6%. Entonces, el precio mayorista se fijó en US$4,55 por millón de BTU a un tipo de cambio de $41, congelado para todo el "semestre de invierno". Pero la fuerte devaluación de agosto licuó el valor en pesos y garantizó un nuevo salto en las facturas.

Hoy el dólar mayorista cotiza en torno a $56, pero de acá a fin de año la perspectiva es que, al menos, acompañe a la inflación, que volvió a acelerarse. La semana pasada, en un Congreso organizado por Flacso, el exvicepresidente de Administración y Finanzas de YPF, Nicolás Arceo, aseguró que "si el tipo de cambio termina en torno a $65, el valor del gas natural para distribuidoras en el mercado local se va a ubicar en US$2,9 el millón de BTU" por lo que, de mantenerse los marcos regulatorios actuales y pretender volver al valor en dólares anterior, el aumento de enero "alcanzaría el 66%", según publicó Econojournal.

El gas mayorista representa alrededor del 60% del precio final. El resto se compone de la remuneración a las empresas transportistas y distribuidoras, que se actualiza de acuerdo a la inflación mayorista de los seis meses previos, y los impuestos pautados por el Gobierno.

El plan FF

Si bien aún no está confirmada la primera plana de la futura Secretaría de Energía en caso de que se confirmen los resultados de las PASO, se barajan varias opciones (ver aparte), los especialistas que trabajan en el plan de gestión de Fernández acordaron algunos trazos generales para afrontar la cuestión tarifaria. El propio candidato ya dio algunas pistas, que se resumen en no volver al congelamiento que imperó entre 2004 y 2014, pese a que durante la gestión de Cambiemos los aumentos acumularon 2.400% en el caso del gas y 3.600% en el de la luz, aunque sí aminorar el ritmo de las subas; y, en paralelo, avanzar hacia una desdolarización de ambos servicios.

En diálogo con BAE Negocios, Federico Bernal, exfuncionario de Cristina Fernández y uno de los que suena como posible secretario del sector, sostuvo: "Acá hay una pesada herencia. Las tarifas son impagables y contribuyeron a la desindustrialización. Además, para las mismas empresas de energía fueron complicadas por los cambios en las reglas de juego y porque no todas ganaron por igual".

Bernal afirmó que "lo fundamental es desdolarizar la energía para tener tarifas justas, razonables y asequibles, es decir, que todos los eslabones de la cadena energética tengan rentabilidades justas y, al mismo tiempo, puedan ser pagadas por los usuarios". Para eso, remarcó que, no bien asuman, se sentarán con las productoras para "abrir la matriz de costos y ver qué se puede pesificar ahora, qué no y qué se puede pesificar a futuro". En ese sentido, aclaró que, como muchos insumos están dolarizados, es necesario planificar su producción local.

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