Pesce: “La dirigencia gremial actual me provoca gran vergüenza”

Pesce: “La dirigencia gremial actual me provoca gran vergüenza”

Carlos Pesce fue elegido secretario general del Sindicato de Choferes de Camiones en 1988, donde es reelegido hasta el año 2011. En octubre de 1995, junto a dirigentes gremiales de la ciudad crean la CGT Junín, trabajando arduamente por los derechos de los trabajadores.

Además, ese mismo año en el congreso gremial, fue nombrado delegado regional de la CGT donde cumplió funciones hasta el año 2015. Pesce también es miembro fundador de la MTA Junín (Movimiento de Trabajadores Argentinos).

En un breve balance sobre su proficua labor, el dirigente evaluó que “la dirigencia actual me provoca una gran vergüenza”, y recordó hechos históricos que lo tuvieron como protagonista.

“Quiero agradecer a los compañeros que presentaron este proyecto, que el Concejo en pleno aprobó, porque marca un poco que uno ha dejado algo en su paso”, señaló.

En cuanto a su militancia, recordó que “empecé a los 18 años en la Juventud Peronista, alrededor de los años ’70. Luego fui chofer del último intendente peronista que fue Venini, y ya me empezaba a vincular al gremialismo, con recordadas figuras del ambiente local”.

“Pasamos por tantas cosas, la masacre de Ezeiza, el asesinato del chofer de Rucci en Chivilcoy, los conflictos gremiales... que hacen que pareciera que hay más militancia que años de vida”, opinó, resaltando que “siempre he sorteado cosas que me han dado respaldo y ese reconocimiento que hoy me hacen”, indicó.

Dirigencia actual. “Hoy estoy muy dolorido con la dirigencia gremial en todos los niveles, más allá que tengo muchos compañeros leales que mantuvieron con convicción la defensa de los trabajadores mientras que de otros no puede decirse lo mismo. Hoy se canjean tres monotributos por un puesto de trabajo con sueldo mínimo”, aseguró.

Cuando asumió, recordó haber denunciado en LA VERDAD a “148 empresas con trabajadores en negro, falta de aportes sociales y previsionales. Y eso me costó que la Banda de Gerónimo me tuviera secuestrado en mi casa y me robara todo. Después tampoco pude hacer vista gorda cuando la policía, en democracia, torturó a dos trabajadores de Spacapán. Hice la denuncia y después los uniformados que fueron exonerados, me dispararon y me salvé de milagro”.

Al respecto, fue contundente: “Cuando uno ve todo lo que pasó, siente vergüenza por la dirigencia gremial actual. Hoy tenemos dos países: el de la puesta en escena y el real con los trabajadores”.

Más actividad. En cuanto a su actividad actual, Carlos Pesce se encuentra hoy inmerso en el Centro de Jubilados Gremiales. “No creo que me haya faltado hacer nada. Todo lo que hice fue con total convencimiento, me jugué a muerte por todo, en especial por la defensa de los trabajadores. Hoy no tengo propiedades, ni campos y mi vida es normal como cuando empecé en el Sindicato. Me invitan a rondas de mates o comidas con los camioneros, y eso me llena de orgullo”.

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