Pese a las apuestas, la CGT se quedó con las manos vacías

Pese a las apuestas, la CGT se quedó con las manos vacías

Unos cuántos heridos y muy pocos ganadores dejó la definición de las candidaturas legislativas en el mundo sindical. La CGT, que el viernes daba por hecho que lograría ubicar a los tres referentes de su conducción como postulantes de espacios políticos diferentes, culminó con las manos vacías. 

Juan Carlos Schmid, que se había lanzado como precandidato del PJ de Santa Fe para disputar las PASO, el domingo decidió levantar su lista molesto por las disputas internas del partido.

 

 

Héctor Daer tampoco integrará la nómina del randazzismo para diputados por Buenos Aires, pese a que parecía otro hecho consumado en la previa. El dirigente de Sanidad rechazó la oferte del ex ministro K y, en representación del movimiento obrero, el cuarto lugar de esa lista quedó para el referente de Smata Oscar Romero.

 

 

Finalmente el último de los triunviros cegetistas, Carlos Acuña, quedó relegado en sus aspiraciones de ocupar una postulación expectante para la Cámara baja por el Frente Renovador de Sergio Massa y debió conformarse con ubicar a su esposa Blanca Cantero, actual concejala de Presidente Perón, en la nómina de diputados provinciales por la tercera sección electoral bonaerense.

 

 

En la primera línea de la central obrera buscaron ayer relativizar el traspié del cierre de listas. "No se hizo nada para pelear espacios en la lista", afirmó un dirigente y ratificó que la apuesta de la entidad es la construcción de una sólida estrategia en términos sindicales más que políticos. Otro gremialista, a su vez, remarcó que en el mundo sindical perdió relevancia la apuesta por ocupar espacios legislativos y justificó la distancia de la mayoría de los gremios de la pulseada electoral en la propia situación interna del PJ.

 

 

"Hoy no hay escenario para jugar dentro del PJ. Hay que dar la pelea en el fortalecimiento institucional de la CGT y no en el terreno de la política", razonó el dirigente.

 

 

Sin embargo, también las diferencias proliferan dentro de la cúpula cegetista. Y durante el fin de semana volvieron a ser palpables con el telón de fondo del cierre de listas y la definición de la estrategia que la entidad llevará mañana a la reunión del Consejo del Salario.

 

 

Tras la reunión que mantuvieron el viernes los miembros de la "mesa chica" cegetista, donde se acordó el reclamo de aumento del salario mínimo y se resolvió retomar una postura de endurecimiento en la relación con el Gobierno, ayer se multiplicaron las críticas internas al jefe de

 

 

La Fraternidad, Omar Maturano, por haber elegido el sábado al presidente Mauricio Macri como invitado especial a la cena por el 130´ aniversario de su gremio. "Viene a la reunión a pedirnos un paro nacional porque dice que está todo mal, y al otro día hace una fiesta y lo invita a Macri, no se entiende", reprocharon desde la cúpula gremial.

 

 

Algunos festejaron

A diferencia de los jefes cegetistas, algunos sectores sindicales celebraron haber logrado espacios clave con la definición de las listas. Sergio Palazzo, el jefe de la Bancaria fue uno de ellos: logró ubicar a Vanesa Siley y Walter Correa, dirigentes de la Corriente Federal de Trabajadores, en el 4´ y 10´ lugar de la lista de Unidad Ciudadana que lidera Cristina Fernández y coló al gremialista bancario Adrian Mastronico en la nómina de Martín Lousteau en territorio porteño.

 

 

También el líder de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky, festejó su inclusión como candidato a diputado del cristinismo bonaerense, celebración que se repitió en el bunker del MASA de Omar Viviani por la nominación de Romero en el espacio de Florencio Randazzo.

Hugo Moyano, en cambio, no logró hacer pié con candidatos de su riñón en las listas del Frente Renovador.

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