Petróleo y sobernanía

Petróleo y sobernanía

El gobierno de Mauricio Macri adjudicó 18 áreas para la exploración de petróleo y gas en la plataforma «continental» argentina, también denominada «offshore». Un grupo de 13 empresas manifestó que invertirá US$ 724 millones en esos desarrollos.

 

El gobierno de Mauricio Macri adjudicó 18 áreas para la exploración de petróleo y gas en la plataforma «continental» argentina, también denominada «offshore». Un grupo de 13 empresas manifestó que invertirá US$ 724 millones en esos desarrollos.

Entre las adjudicadas están YPF, Tecpetrol, Qatar Petroleum, ExxonMobil, Total, Pluspetrol, Wintershall, British Petroleum, Shell, Mitsui, ENI, Equinor y Tullow. Estas dos últimas son objetadas por las autoridades fueguinas, por haber realizado negocios petroleros con el gobierno «kelper» de Islas Malvinas.

La gobernadora fueguina, Roxana Bertone, le pidió a Cristina Fernández de Kirchner que cancele esta adjudicación si Unidad Ciudadana gana las próximas elecciones presidenciales.

La cuenca Malvinas Oeste es, precisamente, la que generó mayor interés. Allí hay proyectos de inversión que superan los US$ 500 millones. La intendencia de Río Grande presentó un amparo para que Equinor y Tulow no tengan relación con el Estado argentino, ya que entiende que ambas firmas tuvieron contratos con el gobierno británico de Malvinas.

«Las cuencas licitadas representan 225.000 km2 de superficie marítima. Permitirán una inversión de US$ 724 millones», anunció la secretaría de Energía.

Entre petroleras que no participaron de este proceso, indican que hay algunos problemas escondidos. Por ejemplo, que de prosperar algunos bloques, se requerirá colaboración con las autoridades de Malvinas, lo que implicará una negociación entre los gobiernos argentinos y británicos.

La gobernadora fueguina, Rosana Bertone, estuvo en el encuentro de la cúpula del Partido Justicialista con Cristina Fernández de Kirchner. La mandataria considera la licitación como «un atropello contra nuestros intereses legítimos soberanos». «Estamos llevando adelante una acción legal basada en argumentos sólidos para frenar esta pretensión de entregar nuestra soberanía», manifestó.

A mediados de abril, se presentaron 13 empresas que habían realizado 23 ofertas para 18 áreas (sobre 38 ofrecidas) por un casi US$ 1.000 millones. La mitad de los bloques no despertó interés.

Las empresas contarán con 13 años para realizar las actividades exploratorias de los bloques más profundos y de 11 años para las áreas más cercanas a la costa. Durante ese período, las empresas podrán pedir la concesión de explotación de esas áreas por un periodo de 35 años.

A diferencia de Brasil, que lleva 16 rondas de licitaciones para petróleo «offshore», la experiencia argentina es primeriza. El modelo de negocios local es diferente al del socio del Mercosur.

La exploración se hará en tres cuencas. La Argentina Norte posee 100.200 kilómetros cuadrados de 200 a 1.300 metros y de 1.200 a 4.000 metros de profundidad. La Malvinas Oeste está en una superficie de 86.400 kilómetros cuadrados, de 100 a 600 metros de profundidad. Y la Austral posee 14.200 kilómetros cuadrados con una profundidad de hasta 100 metros).

Entre las adjudicadas están YPF, Tecpetrol, Qatar Petroleum, ExxonMobil, Total, Pluspetrol, Wintershall, British Petroleum, Shell, Mitsui, ENI, Equinor y Tullow. Estas dos últimas son objetadas por las autoridades fueguinas, por haber realizado negocios petroleros con el gobierno «kelper» de Islas Malvinas.

La gobernadora fueguina, Roxana Bertone, le pidió a Cristina Fernández de Kirchner que cancele esta adjudicación si Unidad Ciudadana gana las próximas elecciones presidenciales.

La cuenca Malvinas Oeste es, precisamente, la que generó mayor interés. Allí hay proyectos de inversión que superan los US$ 500 millones. La intendencia de Río Grande presentó un amparo para que Equinor y Tulow no tengan relación con el Estado argentino, ya que entiende que ambas firmas tuvieron contratos con el gobierno británico de Malvinas.

«Las cuencas licitadas representan 225.000 km2 de superficie marítima. Permitirán una inversión de US$ 724 millones», anunció la secretaría de Energía.

Entre petroleras que no participaron de este proceso, indican que hay algunos problemas escondidos. Por ejemplo, que de prosperar algunos bloques, se requerirá colaboración con las autoridades de Malvinas, lo que implicará una negociación entre los gobiernos argentinos y británicos.

La gobernadora fueguina, Rosana Bertone, estuvo en el encuentro de la cúpula del Partido Justicialista con Cristina Fernández de Kirchner. La mandataria considera la licitación como «un atropello contra nuestros intereses legítimos soberanos». «Estamos llevando adelante una acción legal basada en argumentos sólidos para frenar esta pretensión de entregar nuestra soberanía», manifestó.

A mediados de abril, se presentaron 13 empresas que habían realizado 23 ofertas para 18 áreas (sobre 38 ofrecidas) por un casi US$ 1.000 millones. La mitad de los bloques no despertó interés.

Las empresas contarán con 13 años para realizar las actividades exploratorias de los bloques más profundos y de 11 años para las áreas más cercanas a la costa. Durante ese período, las empresas podrán pedir la concesión de explotación de esas áreas por un periodo de 35 años.

A diferencia de Brasil, que lleva 16 rondas de licitaciones para petróleo «offshore», la experiencia argentina es primeriza. El modelo de negocios local es diferente al del socio del Mercosur.

La exploración se hará en tres cuencas. La Argentina Norte posee 100.200 kilómetros cuadrados de 200 a 1.300 metros y de 1.200 a 4.000 metros de profundidad. La Malvinas Oeste está en una superficie de 86.400 kilómetros cuadrados, de 100 a 600 metros de profundidad. Y la Austral posee 14.200 kilómetros cuadrados con una profundidad de hasta 100 metros).

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