El petróleo subió un 23% en las últimas dos semanas y creen que puede llegar a los 70 dólares

El petróleo subió un 23% en las últimas dos semanas y creen que puede llegar a los 70 dólares

El alza podría presionar sobre la inflación estadounidense, intensificando la suba de tasas de la Fed.

 

Luego de tocar un piso de 50 dólares a fines de diciembre, el precio del crudo internacional registró un alza del 23% en las últimas dos semanas que todo indica que seguirá profundizándose, generando tensiones en la economía local.

Este miércoles, el precio del Brent llegó a los 61,50 dólares por barril anotando un alza diaria de casi el 5%. "Entró en la categoría de lo que definimos técnicamente como Bull Market y seguirá por este camino", aseguró el analista de mercados Francisco Uriburu.

Los especialistas energéticos y diversas petroleras consultadas por LPO coinciden con este pronóstico, al estimar incrementos que podrían superar los 70 dólares por barril en el corto plazo, que de todas formas se mantendrían lejos del pico de 86 dólares con el que llegó a cotizar en octubre.

La suba se produce a raíz de un recorte en la producción de la OPEP, encabezada por Arabia Saudita, que ya avisó que exportará 100.000 barriles menos el próximo mes para evitar una acumulación de suministros y alcanzar un mejor precio.

Al mismo tiempo, es potenciada por el "rally alcista" de las principales plazas bursátiles internacionales que se muestran muy optimistas frente al muy posible acuerdo comercial de los Estados Unidos con China, como anticipó LPO.

Las delegaciones de ambos países ampliaron a un tercer día sus reuniones en Beijing, algo que no estaba previsto y fue valorado como un gesto muy positivo tanto por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, como por el Presidente Donald Trump que vía Twitter aseguró que "las negociaciones con China van muy bien".

Sin embargo, el mayor precio del crudo podría generar presiones inflacionarias en la economía norteamericana que al tener como consecuencia una política monetaria más contractiva por parte de la Fed, incrementaría aún más el costo financiero argentino.

"Estados Unidos consume 3,5 millones de barriles por día en transporte. Tiene una economía muy sensible a los precios del combustible que lógicamente podría derivar en una mayor suba de tasas por parte de la Fed", subrayó Uriburu.

Esta misma presión se ocasionaría sobre los precios de la economía local, que guarda una intensa relación con el valor de la energía. El valor de las naftas es uno de los ítems que más impactan en la evolución del IPC, generando una espiral inflación-dólar que quedó expresada a lo largo del 2018.

Paralelamente, el Central tendría un terreno más arduo para lograr la tan ansiada baja de tasas para darle cierto aire a la maltrecha macro argentina y llegar en mejores condiciones a las elecciones presidenciales.

Más allá del impacto inflacionario y financiero, la economía local se vería perjudicada por una aceleración en los gastos por subsidios energéticos, que de acuerdo al presupuesto de este año, deberían reducirse en más de veinte puntos en términos reales.

Como contrapartida, el desplome de las importaciones energéticas y el mayor dinamismo exportador producto del avance de Vaca Muerta, aumentaría el superávit de la balanza comercial energética con un mejor precio del petróleo.

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